Al hacer uso de la palabra en la conferencia de prensa que tuvo lugar el martes, en el marco del Día de las Personas con Discapacidad, Graciela Mariescurrena, maestra integradora, indicó que está en esa labor desde el año 1997.
“Todos estos años de trabajo me han permitido ver el cambio poco a poco, gradualmente, que se va dando en las escuelas primarias, que es donde estoy trabajando. Las escuelas primarias han ido cambiando mucho la actitud: como en todos los lugares hay gente que lo acepta y se involucra más rápidamente que otros”.
La docente explicó que “a mí me produce mucho placer llegar a una escuela donde la maestra tiene 30 chicos adentro del aula, donde el alumno que trabaja conmigo no es el único que tiene alguna dificultad o que necesita algún tipo de apoyo, y no obstante todo eso me indica que ‘estuvo triste, lloró, no juega en los recreos con sus compañeros’, porque más que lo pedagógico me está mostrando que vio que ese chico estaba, que lo tuvo en cuenta, que se dio cuenta sobre su estado de ánimo”.
“En este momento, con todos los problemas sociales familiares que hay, es muy importante estar atento a los estados de ánimo, porque influye muchísimo en el rendimiento pedagógico. También me informan sobre lo pedagógico, sobre lo que pudo o no hacer. Hay docentes que me anticipan el tema que tratarán la semana siguiente, lo que permite adelantarse, que el niño vaya conociendo anticipadamente algunos temas. Todo esto hace que el chico se sienta mejor”.
Destacó la labor de los equipos de Psicología, “que brindan una ayuda enorme”; y agregó que “siempre que hacemos las devoluciones a los padres lo que siempre trato, desde mi lugar, con respeto, es tratar de lastimar lo menos posible, porque a veces es doloroso lo que uno dice, intentamos decir la verdad, porque estamos parados en la labor profesional, donde tal vez estamos viendo cosas que el padre en la vorágine de querer sacarlo adelante no las ve. Y tratamos siempre que el chico esté feliz, no importa si es en escuela común o especial, o una parte en una y otra parte en la otra, lo importante es que se sienta útil y que sea autónomo”.
“Me produce un enorme placer ver chicos que estuvieron en la Escuela Especial y que hoy son señores, con todas las letras; están integrados en la sociedad, son autónomos, están integrados laboral y socialmente. Eso se los dio la escuela, todos pusimos un poquito para hacer esto realidad”.
Por su parte, la docente Luciana Roth destacó la importancia de “un trabajo mancomunado entre todos los involucrados, donde el alumno y su familia son el eje en todo esto. Uno está apuntando a un proyecto de vida. La escuela es un tránsito, uno de los espacios que el alumno transita. A lo largo esto es el proyecto de vida del alumno; nosotros sabemos que el día de mañana va a tener que tener herramientas para poder enfrentar lo cotidiano, desde lo laboral, familiar, social. Uno no solamente los tiene en la escuela para que aprendan contenidos, hay todo un trayecto formativo integral desde todas las instituciones de la sociedad para poder lograr que una persona se inserte socialmente, que pueda serle útil a la sociedad y que a su vez se pueda sentir útil en la misma comunidad. Debemos seguir generando espacios para producir mayores aprendizajes, en el amplio sentido del término, no solamente contenidos. Aprendizajes para la vida que le permitan el día de mañana insertarse socialmente”.