El viernes por la mañana, poco antes que se iniciara en la Sinagoga uno de los rituales que están enmarcados dentro del Bar y Bat Mitzva, La Nueva Radio Suárez habló con algunos de los integrantes de la comunidad judía sobre los sentimientos que los transitaban por el momento que iban a vivir.
Adolfo “Bebo” Kleiner dijo que “a los 13 años debíamos haber tomado nuestro Bar Mitzva, como no había Rabino no fue posible, por lo que vivimos toda la vida con el judaísmo dentro sin haber hecho esta reafirmación. Por lo tanto es sorpresivo para nosotros, nuestras familias y nuestros hijos que tomemos este compromiso a nuestra edad. Tal es así que a mi hijo que está en Buenos Aires le sorprendió tanto que me dijo que nunca hubiera pensado que iba a asistir a esta ceremonia de su padre. Ahora, en mi caso, me voy a morir bien judío”.
Por su parte, Irene Brodsky apuntó que “nunca había pensado estar en mi propio Bat Mitzva. Nunca lo había sentido como una necesidad, nunca me lo había planteado. Cuando surgió la posibilidad me dije ¿por qué no?, si soy y me voy a morir siendo judía. De manera que esto es reafirmar lo que uno es, que aprendimos de nuestros abuelos. En estos momentos, en la parte donde estén, deben estar felices y orgullosos de sus nietas”.
Mabel Brodsky consideró que “estuve toda la semana como en el aire. Tengo unas ganas grandes de llorar desde ayer. Estoy muy feliz porque lo vamos a compartir con toda la familia, mi hermano, los sobrinos, mi mamá. Estamos muy contentas, ayer, desde la parte alta de la Sinagoga, me pareció ver a mis abuelos, mis tíos, entre ellos el tío Marcos, que era el que venía siempre. Estamos muy felices y reafirmando lo que somos”.
A su turno, Juanita Sominson, junto a Joaquín Rinland destacaron que esto se inició con la presencia de David Igdaloff, quien fuera durante muchos años el benefactor de la comunidad judía de Coronel Suárez, con cuyo apoyo se volvió a reverdecer la actividad religiosa judía en Coronel Suárez.