Se trata de Beba Pogost, Juanita e Isaac “Chiche” Sominson, Adolfo “Bebo” y Pocha Kleiner, Mabel e Irene Brodsky, Joaquín y Marta Rinland, Marta Furland, Javier Goldstein y Pepe Kleiner, a quien ya se le suministró los atributos de la ceremonia hace unos días atrás, todos ellos quienes estarán compartiendo su Bar Mitzva (los hombres) y Bat Mitzva (las mujeres).
En la mañana del viernes, y como inicio de la ceremonia, el Maestro Mariano del Prado, que desde hace dos años es el guía espiritual de quienes integran la comunidad judía de Coronel Suárez, colocó lo que se denomina Tefilin (que se puede encontrar en el Antiguo Testamento mencionado como Filacteria), que consiste en cintas de cuero negro, que tienen pequeñas cajas en cuyo interior está una parte de la Torá, en los brazos y la cabeza de los hombres y las mujeres.
En la tarde del viernes, al caer el sol y con la aparición de la primera estrella, toda la comunidad se reunió en la Sinagoga para las oraciones tradicionales de cada viernes.
Y este sábado, a partir de las 9:30 horas, tendrá lugar el momento central del Bat y Bar Mitzva en la Sinagoga que está ubicada en la esquina de Mitre y Garibaldi.
Consultado el Profesor Mariano del Prado, dijo que “hoy estamos felices de poder celebrar esta ceremonia. En realidad se hace a los 13 y los 12 años y es una manera de asumir los principios y los compromisos de la vida judía. Existe una costumbre de oficiar una segunda ceremonia a los 83 años, debido a que David vivió 70 años, según dicen las fuentes, por lo que sumado 13 da 83 años. Una persona que ya había pasado esa edad nos pidió hacer la ceremonia, se sumaron varios, organizamos un curso de fortalecimiento espiritual, de compromiso y sentido con la vida judía para fortificar las vivencias y hoy estamos como concluyendo ese ciclo”.
Agregó que “esta es una ceremonia muy antigua y lo que implica es reafirmar nuestro compromiso con nuestros valores, nuestra identidad y nuestro compromiso con la vida judía y con la sociedad”.
Sobre la significación de este concepto, dijo que “significa llevar en la práctica vivencias que tengan que ver con el ritmo de los tiempos judíos. Nosotros respetamos el shabat, el sábado como día de descanso, y todas las otras vivencias que tienen que ver con resignificar nuestra vida cotidiana como judíos y también los valores universales que hacen a todo hombre y mujer de bien”.
La preparación se llevó a cabo a lo largo de 8 meses con charlas, clases, explicaciones y oraciones que les han permitido vivenciar la religión. A este respecto el Profesor aclara que “insisto con la palabra vivenciar, porque en la Torá no existe la palabra sabio, porque el sabio no es el que conoce mucho sino el que interpreta la vida con el corazón”.
La comunidad judía de Coronel Suárez vive con mucho gozo estos días que están transcurriendo, porque por fin varios miembros de su comunidad podrán vivir su Bar y Bat Mitzva, luego de la adecuada preparación religiosa.