El lunes por la tarde, en momentos en que se encontraba en la sede gremial de UTICRA, en la calle Brandsen, Mariela Holzmann recibió un llamado telefónico en su celular personal, una llamada a cargo de número desconocido.
Del otro lado de la línea telefónica, cuando finalmente atendió, una voz femenina que no se identificó le dijo “te aviso de parte de Videla que está reunido con tres matones y te va a dar una paliza y se la va a agarrar con tus hijas”. La Delegada del gremio UTICRA le respondió que le había conocido la voz, luego de lo cual se cortó inmediatamente la comunicación.
Este llamado amenazante motivó que la Delegada gremial se hiciera presente en forma inmediata en la Comisaría de Coronel Suárez, donde se le tomó la declaración a Holzmann y también a otros que estaban con ella al momento de la llamada y habían escuchado la amenaza, ya que tenía el altavoz accionado en el celular.
“Dejé sentada una denuncia y también solicité seguridad, más que nada por mis hijas, porque uno sabe en qué condiciones las deja y en qué momento uno puede o no estar con ellas. Pedí un patrullero, que vigilen mi casa y por supuesto esta misma denuncia la voy a trasladar a la Fiscalía, para tener seguridad”.
Esta amenaza se inscribe en el marco de un conflicto que se desató hace unos meses atrás, que comenzó con sueldos y aguinaldos no pagados por Guillermo Videla a los trabajadores del taller de aparado de calzado de su propiedad, IAM, y que continuó luego con la medida de no innovar del Ministerio de Trabajo, disposición que violó Videla la semana pasada cuando sacó varias máquinas del taller de Santa María; y que tuvo la orden de embargo de parte de la Justicia, que se concretó el lunes por la mañana a través de la Justicia de Paz de Coronel Suárez, con el gremio UTICRA como depositario de las maquinarias que quedaron.
Mariela Holzmann dijo el martes por la mañana, cuando dio a conocer la amenaza de la que había sido objeto ella y sus hijas, que “me causa indignación; tengo también un poco de preocupación por mis hijas, porque debí alertarlas. Entiendo que este tipo de amenazas no tiene sentido. El caso del taller IAM está en la Justicia, es un conflicto estrictamente laboral; donde desde el primer momento se supo que íbamos a pedir el embargo y como el gremio está a cargo de la custodia de esas máquinas ahora me empiezan a llegar las amenazas a mí”.
La Delegada señala que “me da impotencia y bronca, soy solamente una referente del gremio y debo actuar como siempre lo hemos hecho desde el marco gremial. Quiero que se haga justicia, que actúe la seguridad cuando deba actuar, que se responda; inmediatamente llame a un patrullero, tanto en mi casa como en el lugar donde debamos dejar las máquinas, cosa que estamos haciendo efectivo en estos momentos”.
Por otra parte, un camión contratado por el gremio procedía a sacar las máquinas y a dejarlas en un lugar de la ciudad de Coronel Suárez, que el gremio estableció, para que permanezcan en guarda como depositarios por disposición judicial, teniendo en cuenta el embargo preventivo decretado, sobre todo del material afectado a la producción del ex taller del Pueblo Santa Maria.