Servicio Meteorológico Nacional - Coronel Suárez.
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Por violar a una menor, lo condenaron a 14 años.

Alan Eduardo Lindner con domicilio en Pueblo San José fue hallado culpable de abusar de una niña de 11 años de edad, hecho ocurrido a mediados de enero pasado en Coronel Suárez.

A la pena de 14 años de prisión fue condenado ayer un joven detenido a principios de 2013, acusado de haber violado a una menor de edad que interceptó en la vía pública, en un hecho ocurrido en la ciudad de Coronel Suárez.
El fallo, resuelto de manera unipersonal por la jueza del Tribunal en lo Criminal N° 3, doctora Daniela Fabiana Castaño, recayó en Alan Eduardo Lindner (18), a quien se halló responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal.
La sanción coincidió con el pedido del fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 8, doctor Eduardo Zaratiegui en su alegato.
Para la magistrada quedó acreditado que el pasado 13 de enero, momentos antes de las 18.10, el acusado interceptó a la víctima de 11 años cuando se retiraba del predio del Club Deportivo Sarmiento.
La persiguió mientras caminaba y la tomó por detrás de manera imprevista, arrastrándola hasta la esquina de Lamadrid y Palacio.
Una vez allí, tapándole la boca y los ojos, la habría empujado hacia el interior del patio de una casa, donde la despojó de su ropa y la violó.
En el debate declaró la madre de la nena, quien sostuvo que el día del hecho su hija y la de su pareja concurrieron a la pileta del club, y que pasadas las 18 la menor regresó a la vivienda en medio de una crisis de nervios, con aspecto sucio, sangre en sus piernas, y manifestando que había sido violada.
Dijo que la niña explicó que había sido seguida por un muchacho, el que la tomó por detrás, le tapó la boca y los ojos, y la tiró al piso, donde la desvistió y abusó de ella.
Agregó que al escuchar un ruido el sujeto se vistió y escapó, advirtiéndole a la víctima que no contara lo sucedido, porque, de lo contrario, la mataría.
Consultada la mujer respecto al estado actual de la menor, afirmó que está tratando de salir adelante gracias al tratamiento psicológico y psiquiátrico que lleva adelante.
Nulidades. El abogado Sebastián Martínez sostuvo en su alegato la nulidad de la aprehensión de Lindner, indicando que en principio fue demorado por averiguación de antecedentes y que luego, una vez en la comisaría, se le realizaron exámenes físicos calificados como "excesivos".
Indicó que no fue notificado de la extracción sanguínea y que no hay constancia en la causa de que efectivamente se hubiera realizado dicha diligencia.
La jueza no hizo lugar a la postura de la defensa y entendió que "existía una situación de urgencia que ameritaba la restricción de la libertad del imputado, ya que los preventores policiales, que ya estaban alertados que había ocurrido un ataque sexual en las inmediaciones, interceptaron a un individuo que tenía puesto la misma ropa descripta por la víctima momentos antes".
El subcomisario Ricardo Alberto Frandssen y el oficial Julio Daniel Ferreyra precisaron en su declaración que tomaron conocimiento del abuso y que al presentarse en el lugar advirtieron la presencia de un joven que vestía prendas similares a las mencionadas por la víctima.
Agregaron que el sujeto no tenía documentación, por lo que lo trasladaron a la dependencia policial, donde luego se realizó el informe médico.
La jueza Castaño afirmó que "existía la sospecha de que el sujeto había tomado intervención en un abuso sexual y por ende se actuó conforme a derecho".
Y no hizo lugar al planteo de nulidad de la extracción sanguínea y las pericias como de la supuesta violación de la cadena de custodia de la muestra.
Señaló que en la causa se encuentra agregado el informe realizado por el doctor Francisco Cortalezzi al examinar al acusado, donde advirtió lesiones en el brazo y rodillas, manchas de sangre en la bermuda y similares a líquido seminal en la remera.
También describió que, habiendo tomado conocimiento del abuso sexual, realizado hisopados en la zona genital, lo que informó a los instructores de la causa.
Muestras. Explicó que las muestras de la víctima y el sospechoso fueron remitidas a la Policía Científica, hallándose muestras de antígeno prostático específico.
El Departamento de Genética Forense de San Martín determinó la presencia de perfil genético femenino y masculino en la remera que vestía el agresor, siendo coincidente el femenino con las muestras extraídas del short e hisopados de la víctima.
Idéntica conclusión arrojó el análisis del calzoncillo que vestía el imputado, donde se halló ambos perfiles masculino y femenino, correspondiendo este último a las muestras obtenidas de la pequeña.
En su fallo, Castaño aclaró que se ha dejado debido registro en la pericia del cumplimiento de la cadena de custodia.
"Pongo de relieve que en su extenso alegato destinado a derribar la pericia de ADN, ha echado mano a numerosas piezas procesales que no han sido incorporadas por lectura. Y en este sentido considero que el cotejo que hoy pretende realizar con aquellas que válidamente se han incorporado al debate no resulta apropiado", consideró la magistrada.
Y entendió que de haberse encontrado la causa plagada de irregularidades, los organismos que actuaron en otra instancia (juez de Garantías y Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal) deberían haberlas advertido y resuelto al respecto.
Resolución. La jueza Castaño dio por acreditada la responsabilidad penal del imputado en los hechos investigados, por lo que al momento de imponer la pena valoró como atenuante la carencia de antecedentes penales.
En tanto, determinó como agravantes el daño psicológico causado a la menor, la circunstancia de que el ataque sexual se halla producido en horario diurno y las lesiones causadas a la víctima.
Por todo ello resolvió condenar a Lindner a la pena de 14 años de prisión.
El imputado sostuvo que era inocente
Alan Lindner aseguró ser inocente de los cargos que se le imputaron y brindó detalles de lo que hizo el día del ataque.
Dijo que se levantó al mediodía, almorzó y luego se fue a la casa de su novia, pero antes pasó por lo de su tío,.
A las 18 llegó al domicilio de su pareja, quien se estaba bañando.
Comentó además que sobre las 22 recibió un llamado a su teléfono, en el que una persona le refirió ser de una empresa de seguro y que pretendía ubicarlo para que firmara unos papeles de un accidente que había sufrido con su moto.
Por ese motivo le pidió que pasara por la casa de su novia, donde a los pocos minutos tocaron timbre y al salir lo redujeron efectivos de la policía, quienes lo condujeron a una camioneta.
Lindner negó haber estado en la pileta esa tarde y que le hayan extraído sangre.
Su novia, en tanto, afirmó que el acusado arribó a su domicilio alrededor de las 18.30 y coincidió en las circunstancias en que había sido arrestado por la policía.
"Estimo que claramente el imputado fue interceptado en la calle, como lo expuso personal policial, y que esta versión fue un invento, tendiente a derribar el procedimiento que realizó la policía", aseguró Castaño.
En cuanto a la hora del ataque sostuvo que la pareja del acusado refirió que llegó a las 18.30, mientras que su padre dijo haber visto por última vez después del almuerzo.
"Resta saber entonces que fue lo que el acusado hizo previamente a arribar a la casa de su novia. Pese a su negativa de haber estado en la pileta del club y de haber sido sometido a una extracción de sangre, la prueba pericial recabada fulmina la suerte procesal de Lindner", concluyó la jueza.
Fuente La Nueva Provincia.

 
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