Tiene numerosos años de experiencia en su haber, ya que empezó a ayudar a su padre, cuando tenía apenas 9 años, en las carneadas familiares. Y desde entonces no dejó nunca de participar en las propias y colaborar en las de familiares y amigos. Tantos años de experiencia han dado como resultado un paladar exquisito.
Este es el tercer o cuarto año que se realizará el concurso de chorizos secos y salamines, como una actividad más en el marco de la 95º Exposición de la Sociedad Rural de Coronel Suárez, y la propuesta se está transformando en una aguerrida competencia en la que las familias más apasionadas por esta actividad tradicional buscan demostrar que logran las mejores carneadas.
Miguel Baleman explica que no prueban todos los chorizos secos, porque “depende del aroma se sabe si el chancho es bueno, es malo, si después de caparlo le dieron el tiempo suficiente para que no adquiriera un olor fuerte, característico, que termina arruinando el gusto de la factura de cerdo, después. Hay que dejarlo entre 6 u 8 meses antes de carnearlo, para evitar ese gusto fuerte”.
Este hombre explica que “tengo un paladar acostumbrado y he aprendido que las facturas de cerdo mejores son las que se pueden comer hasta terminar y uno no se llena nunca. Indica que no está pasado de pimienta, de sal, con el condimento justo”.
Y otro detalle importante es la formación exterior de lana que se hace en el proceso de secado: “debe ser lana blanca, que la humedad no penetre hasta adentro y cambie el gusto”.
“Es muy bueno esto, hay mucha gente que busca participar y año a año se preocupan por mejorar su producción”.