PIGÜÉ (A) La peor de las sospechas se hizo realidad para los 63 empleados de la fábrica de calzado e indumentaria Jarem SA: ayer, apenas dos meses después de comenzar a trabajar, fueron despedidos en su totalidad.
La noticia fue confirmada por el propio intendente Hugo Corvatta, quien en la víspera se reunió con los trabajadores y les comunicó que ya gestionó un subsidio, ante funcionarios de la Nación.
De esta forma -sostuvo el jefe comunal- los trabajadores podrán percibir lo correspondiente a una quincena de trabajo.
El objetivo es ganar tiempo mientras continúan las negociaciones entre el principal inversor de Jarem SA (el grupo Cemas SA, que desistió de seguir involucrado con el emprendimiento) y dos presuntos interesados en adquirir el paquete accionario de la firma.
Jarem llegó a la ciudad hace unos dos meses, de la mano del extitular de la quebrada fábrica de zapatillas Gatic SA, Eduardo Bakchellian, y el ingeniero Luis Stringa, último gerente de la fallida fábrica textil en esta localidad.
Según se supo ayer, justamente Bakchellian estaría en contacto con los nuevos inversores interesados en continuar el incipiente proyecto, que se paralizó la semana pasada, cuando se notificó verbalmente a los trabajadores que el viernes 27 no debían presentarse a trabajar en el edificio de Alsina y Casey.
Como se informó, los trabajadores igualmente concurrieron a su lugar de trabajo, pero encontraron las puertas cerradas con candado. Horas después empezaron a recibir los telegramas de despido.
"Algunos telegramas están hechos el 26 del corriente, así que el día que estuvimos en Pigüé (el viernes 27), la decisión ya estaba tomada", señaló ayer la delegada de Coronel Suárez de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra), Mariela Holzmann.
La gremialista mencionó que, debido a que la empresa había comenzado a operar hace apenas dos meses, todavía no se había elegido delegado gremial.
Además, por el escaso tiempo de vinculación con la empresa y por el hecho de que se encontraban en período de prueba, a ninguno de los trabajadores les corresponde indemnización. Sólo deben percibir la quincena que vencía ayer y un proporcional por vacaciones y sueldo anual complementario.
"Desde lo legal -mencionó Holzmann-, acompañaremos a los obreros hasta que se haga efectiva la deuda. Lo que me llama la atención es que el viernes pasado, cuando nos reunimos con el intendente, éste nos manifestó que había hablado con uno de los inversores mayoritarios de la empresa y que tenía plena confianza en que no iba a haber un cierre. Por eso los telegramas cayeron como un baldazo de agua fría", finalizó.
¿Este será el segundo caso?
De confirmarse el cierre definitivo de la textil Jarem SA, esta se convertirá en la segunda fábrica de calzado deportivo, propiedad de Eduardo Bakchellian, en cerrar sus puertas en Pigüé y dejar en la calle a muchas familias.
El caso anterior -mucho más grave que este- fue la quiebra de Gatic, ocurrida hace ocho años, que sólo en Pigüé provocó la pérdida de casi 400 puestos de trabajo y una grave crisis socioeconómica.
Fuente La Nueva Provincia.