Un domingo lluvioso, inestable y constantemente amenazante cumpliéndose acabadamente el pronostico, no impidió el gran asado popular que se había preparado para festejar los 100 años de vida de la Escuela Nº 14 de Pasman, donde todos los asistentes supieron muy comprender los imponderables por esta complicación meteorológica insalvable.
Igualmente asados y asadores, con la experiencia que los caracteriza buscaron la mejor manera de preparar y superar los apurones, por que con el tiempo no se puede, pero igual la pequeña población rural se vio alterada y entre corridas e intentos de eludir charcos o barro, la gente concurrió al acto, de allí a la hermosa misa en acción de gracias que presidió el padre Hugo que viene periódicamente desde Pigüé para atender los oficios religiosos y luego la carpa se fue colmando de público, tomando ubicación al mejor resguardo de cualquier presagio de lluvia.
Toda una legión de mozos para la atención de más de 800 personas, autoridades Municipales, educacionales e invitados especiales tomaron ubicación frente a la enorme carpa que se levantó para contener a tanta gente que desde la mañana temprano consultaba sobre una eventual suspensión, pero en realidad estaba todo preparado para el gran día que durante tanta anticipación se había organizado un evento inmenso de gran significación.
Allí se compartió el almuerzo bien al estilo campero, se brindó por los 100 años, se recordó a los antepasados, un gran torta bien representativa del sentir popular que representa la Escuela Nº 14 para la localidad presidió al festejo, donde no faltaron las fotos, las entregas de recuerdos, los abrazos interminables por los años que han pasada, ex alumnos llegados inclusive de otras ciudades de la región y todos extremaron sus energías para disfrutar a pesar de los inconvenientes de la lluvia, que considerándola en toda su dimensión, para la característica rural, hemos entrado en una primavera fría, ventosa y con buenas precipitaciones.
Igualmente se compartió el asado, se cumplió con la parte protocolar y se vivió un día muy particular con un inusitado movimiento que desde la misma ruta 85 ya se podía apreciar la magnitud de un gran acontecimiento para Pasman.
Nuevamente la Directora Susana Aller agradeció el gran esfuerzo que representó la organización del gran almuerzo del reencuentro mientras también habló el Delegado Municipal Luis Burgardt en representación de toda la comunidad de Pasman.
Hubo que ordenar todo de nuevo en horas de la madrugada, ya que la intensa lluvia en la noche del sábado provocó anegamientos en varios sectores de la carpa que fue necesario despejar para el normal desarrollo de la fiesta en una tarde gris que se fue prolongando con el correr de las horas, se baile, se compartió la torta del centenario, entre otras actividades recreativas todo en un clima de sana camaradería y felicidad por los reencuentros.
Como expresábamos en la crónica, bajo un tinglado muy bien predispuesto para la emergencia, tempranito se encendieron los fogones donde Esteban Dos Santos, “Coqui” Martín, “El Choco” Rincón y otros jóvenes colaboradores, fueron los artífices del asado, que como siempre estaba a punto, buenos chorizos y la calidad indiscutible que identifica a nuestras localidades rurales.
Nuevamente caras de felicidad predominaron en la concentración popular, familias bien tradicionales de Pasman, otros ya radicados en otras ciudades regresaron especialmente convocados por este centenario.