Después de mas de 4 horas tensas con un alto grado de incertidumbre, para las 13.30 horas la calma había regresado a Pueblo Santa Maria ya que al advertirse el ingreso al interior del microemprendimiento IAM del gerenciador Guillermo Videla, inmediatamente la versión corrió como reguero de pólvora en la colonia, por lo cual los trabajadores se fueron concentrando frente al Salón Parroquial manteniendo una guardia férrea que se extendía hasta la casa lindera por cuyos patios hasta se pretendió ingresar por la fuerza, situación que debieron contener los efectivos policiales, mientras se solicitaban refuerzos a la Estación de Policía Comunal.
La Delegada del Gremio Uticra Mariela Holzmann fue puesta en conocimiento de la situación y lo mismo ocurría con el Padre Antonio Vedellini, Párroco de Santa Maria quien había quedado como depositario de los bienes por una medida de no innovar del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires de la semana pasada, por lo cual ambos se hicieron presentes en el lugar tratando de atemperar los ánimos de los trabajadores, que sienten, nuevamente, que son avasallados en sus derechos y califican al hecho como una actitud provocativa de parte de quien fuera el principal responsable de una lamentable situación que ha dejado en la calle a mas de 30 personas, entre operarias y operarios que tienen salarios adeudados, otros beneficios, las deudas del alquiler a la Parroquia que oscilan entre 14 y 16 mil pesos y una penosa situación social que volvió a eclosionar el sábado pasado cuando Videla en horas de la noche del viernes, rompió el candado de ingreso cuyas llaves estaban en poder del sacerdote, accedió al interior del Taller.
A juzgar por los dichos de los trabajadores y de los vecinos en la noche del viernes ya había ciertos movimientos extraños, como la presencia de algún camión rondando las inmediaciones, un portón violentado, hasta que en la mañana del sábado se comprobaba que Guillermo Videla, estaba casi “atrincherado” en el interior con todo cerrado e inclusive reemplazando el candado con gruesas cadenas del portón de ingreso.
Pasado el mediodía del sábado arribaron al Salón Parroquial el Comisario Rubén Fernández, el Sub Comisario Martín Otero, el Jefe del Destacamento San José Eric Lobato y un grupo de oficiales de la Estación de Policía comunal de nuestra ciudad quienes se sumaron a los uniformados de Pueblo San José y Puesto de Vigilancia de Santa Maria con la finalidad de atemperar los ánimos e intentar que quien se encontraba en el interior del microemprendimiento desistiera de su actitud y dejara el local.
De común acuerdo con la Delegada de Uticra Mariela Holzmann, se solicita a los trabajadores cordura y se establece ingresar, previo golpear la puerta y conminar a Videla para que abriera facilitando el ingreso del Comisario, la Delegada y tres trabajadoras, exhortándolo a dejar el lugar usurpado.
Para ello fue necesario que saltaran un paredón lindero del domicilio de un vecino que facilitó la entrada, por lo cual con una escalera autoridades policiales y trabajadores lograron ingresar por una puerta lateral que el propio Videla franqueo, manteniendo a puertas cerradas una reunión por varios minutos, mientras las operarias con Mariela Holzmann revisaban maquinarias, documentación que impidieron que se llevara, hasta que el funcionario policial le dio garantías a Videla de sacarlo custodiado en un patrullero y despejar todo el área de conflicto.
Eran las 13.30 horas cuando Rubén Fernández, salió a la calle, puso en conocimiento de lo que había ocurrido, del compromiso contraído de mantener el lugar bajo estricta custodia, solicitándole a los trabajadores evitar una mayor confrontación y males mayores.
Fue así que a los pocos minutos Guillermo Videla, salió por su propia voluntad en medio de insultos, forcejeos, donde pudo advertirse nuevamente el sabor amargo del descontento y bronca en que se encuentran sumidos hombres y mujeres, algunos de los cuales debieron ser contenidos personalmente por los efectivos policiales.
Videla, salió, rápidamente, dejando una triste imagen, lo subieron al patrullero en medio de un gran escándalo en plena calle que empañó las primeras horas de la tarde del sábado frente a las sede del Salón Parroquial del Pueblo Santa Maria, mientras los ojos entristecidos del Padre Antonio Vedellini, no salía de su asombro ante semejante desorden.
El querido sacerdote, quien sin quererlo, se vio entremezclado en una situación incomoda con intentos de violencia que afortunadamente la actitud del Jefe Policial supo contener y decidir de manera tal que la situación no se desbordara más con agresiones físicas o enfrentamientos mayores.
La Delegada de Uticra, después de revisar las instalaciones, documentando con fotografías, dijo que en apariencia, todos esta en condiciones, se evito que Videla se llevara documentación y talonarios pidiendo a todos que cuiden a sus familias, que retornen a sus hogares y que mas tarde se firmaría un acta en el Destacamento Policial del Pueblo San José donde quedaría asentada la intromisión de Videla, su ingreso al lugar violentando la medida de no innovar del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires y dejando sentado que ante cualquier faltante es responsabilidad absoluta del Gerenciador del Taller que virtualmente usurpó sus instalaciones mientras los abogados del gremio habrán de entablar las medidas legales correspondientes ya que se esta a la espera que la Justicia disponga un embargo preventivo que permitirá en un futuro recuperar salarios caídos y en todo caso proyectar la recuperación de este fallido proyecto de producción que además de salarios, alquiler a la Parroquia de Santa Maria, adeuda compromiso previsionales, obra social y otras obligaciones fiscales.