El médico y sus hijos le pidieron que dejara la presidencia del Centro de Jubilados de Pueblo Santa Trinidad.
Ella por fin les hizo caso y luego de 16 años, y de haber sido una de las fundadoras de este lugar, dejará la presidencia para poder descansar un poco más, bajar la tensión nerviosa y las preocupaciones y para poder dedicarse más tiempo a sus nietos.
Pero asevera que “voy a seguir yendo, por si me necesitan, para darle una mano a la Comisión que quede formada”.
El día 31 de agosto se producirá la Asamblea de socios, la entidad tiene aproximadamente 200, para el cambio de autoridades.
Entonces será el momento de la despedida de Rosa Gallinger de esta función, ocasión en la que sin duda volverá a repetir lo que se ha transformado en una enorme frustración para esta mujer alemana, que puso todo su empeño en una obra que no pudo concretar: el salón de usos múltiples, que está con las paredes levantadas, pero en el que falta el techo y todo lo demás.
Y vuelve a repetir ante la consulta: “como me hubiera gustado dejar este salón terminado”, dice, y agrega: “porque lo necesitamos mucho, no tenemos espacio para todas las actividades que realizamos, con son varias, mientras que otras prácticamente no iniciamos porque tenemos el límite del espacio”.
Rosa se despide de su función como Presidenta del Centro y espera ver, dentro de no mucho tiempo, esta obra concretada, mientras el próximo 31 de agosto se llevará a cabo la Asamblea para la cual se ha presentado una sola lista, encabezada por Rosendo Herr, como futuro Presidente del Centro de Jubilados de Pueblo Santa Trinidad.