En el caso de Javier Olariaga es el Delegado por el Cuartel VII, sector que recorre prácticamente a diario para llegar a su establecimiento agropecuario. Y Joaquín Fernández cumple las funciones de Secretario Ejecutivo de la Comisión, quien reúne todos los reclamos y denuncias que van haciendo los productores desde los diferentes Cuarteles.
La recorrida permitió adentrarse por un camino –el camino a La Emilia- que antes de la década del ´80, con cada lluvia fuerte de la zona serrana, se transformaba en un canal de desagüe para todo el agua de las sierras, que llegaba así al casco urbano de la ciudad de Coronel Suárez, y que con una canalización posterior permitió encauzar las aguas que por el alcantarillado que pasa debajo de la Ruta 85 permite ordenar los desagües pluviales por el canal de Yungplut y de ahí al Arroyo Sauce Corto.
Por otra parte pudo apreciarse en la mencionada recorrida por la zona rural el estado del camino que va hacia la Escuela Nº 35, Paraje La Uruguaya, y el Seimm Nº 13, que funciona en el mismo establecimiento, y el área circundante que utilizan no solamente los productores, sino también los docentes, contratistas rurales, transportistas, niños y padres que se dirigen también hacia el establecimiento educativo mencionado.
A prácticamente 2 kilómetros de dejar la Ruta 85 por el camino a La Emilia hay una curva, que cuando llueve se torna intransitable: es que ha quedado sin reparar y presenta huellas profundas –que hace por lo menos 3 años que no se reparan- que se ponen muy barrosas e imposibles de sortear para vehículos pequeños. Llama la atención que esta área no esté arreglada, ya que de manera inmediata al salir de la curva el camino se encuentra entoscado, en un obra que implicó 430 metros de trabajo de la maquinaria vial, desparramando y asentando la tosca en dirección hacia la escuela rural.
Más adelante el camino presenta cortadas de difícil circulación; esas cortadas las hace el agua que baja desde las sierras cada vez que llueve, denunciando la profundidad de las mismas el tiempo que hace que ese sector del camino no recibe el paso de la maquinaria vial.
Según anticipan los productores que condujeron la recorrida de los medios de prensa, desde el 25 de agosto del año pasado que no pasa una máquina por ese sector del camino.
Para los docentes y alumnos que concurren a la Escuela La Uruguaya, además de la curva sin reparar que se mencionó anteriormente, queda otro tramo de algo más de 100 metros de difícil transitabilidad cada vez que llueve: es un recorrido de tierra negra, que se torna barroso con muy pocos milímetros de agua.
Llamativamente también, pasando la escuela, hay un sector de tosca, del que se puede extraer piedra de la cuneta y los costados para rellenar este tramo, según apuntan los productores consultados.