En la tarde del jueves el gremio UTICRA, encabezado por Mariela Holzmann, junto a los trabajadores de IAM, el taller que por falta de pagos entró en un callejón sin salida provocando inevitablemente su caída, dejando en la calle a un grupo importante de jóvenes operarios que no solo pierden la estabilidad laboral sino también sus salarios atrasados y otros beneficios, convocaron a una conferencia de prensa para fijar posición sobre la realidad que hoy envuelve al grupo.
La medida de no innovar del Ministerio de Trabajo obliga a las partes a no tocar nada del taller, por lo cual el Padre Antonio Vedellini, que se encontraba presente en el momento de los anuncios, se hace depositario de todos los bienes y elementos que son propios al taller que funcionó en el salón “Juan Peter” del Pueblo Santa Maria.
Mariela Holzmann fue quien inició la reunión con los medios periodísticos de la ciudad y señaló en la apertura: "gracias a los medios que acudieron a nuestro llamado, como lo hicieron ese 19 de julio donde se tomó el microemprendimiento".
"Tenemos dentro de la Justicia de Bahía Blanca un embargo preventivo, dentro del cual estamos esperando la resolución de poder rematar las máquinas y así poder cobrarnos la deuda, pero para todo esto tuvimos que quedarnos a resguardo de las mismas 28 días".
"Las instalaciones y máquinas están intactas. El embargo preventivo dio un primer paso, ya que la Justicia pidió a la Delegación Coronel Suárez del Ministerio de Trabajo que se eleven todas las fojas de lo actuado hasta el momento".
"El 8 de agosto el Ministerio decide no innovar, lo que obliga a las partes a no tocar nada de lo que esta dentro del taller".
"Los trabajadores hoy se van tristes, porque dejan su empleo, pero van a poder volver a sus casas".
"El Padre ha llamado a los abogados y se ha asesorado, lo que vamos a hacer es entregarle la llave a quien es el propietario del local, a través del Arzobispado de Bahía Blanca".
Posteriormente el Padre Antonio Vedellini, en su carácter de Párroco del Pueblo Santa Maria y con visible emoción porque así lo demostraban las lagrimas en sus ojos, expresó que "lamento que hayamos llegado hasta esta situación. Le he comunicado al señor Videla que el contrato, que vencía el 31 de diciembre pero estaba impago desde julio de 2012, había quedado cesante".
"Espero que en algún momento los empleados puedan cobrar su sueldo, porque hoy en día es necesario el peso para llevar la comida a la familia".
"Lamento esto por las trabajadoras, pero siempre la Justicia tiene que llegar y la Justicia Superior también llegará algún día".
"Ahora tengo las llaves y soy el responsable de cuidar las máquinas. Tengo el apoyo del Oficial Agüero de esta localidad y le pido a los vecinos que estén alertas".
A su turno un joven operario llamado Federico habló en nombre de todos los trabajadores del taller IAM del Pueblo Santa Maria, que fue gerenciado por Guillermo Videla, a quien se le cuestiona su accionar operativo, sus incumplimientos salariales, tributarios y otras obligaciones que permanecen impagas y sin una propuesta para superar el momento, expresó que "los ex operarios de IAM damos nuestro agradecimiento a todos los que nos dieron apoyo en este mal momento: Verdulería España, Taller de Aparado Santa Maria, Taller de Weingardt y a Alberto Beier".
"Les recordamos a los políticos de turno que aun somos desempleados y sin ningún tipo de ayuda ni respuestas de parte de ellos".
"Agradecemos a todos los que se acercaron y pusieron su granito de arena para ayudarnos, tanto económica como moralmente".
"Con estas cosas lamentables que suceden uno se da cuenta que hay gente buena y humilde que siempre esta al pie de la letra ayudando como sea y quizá la gente que tiene herramientas hace la vista gorda".
Dolorosamente hemos sido testigos de lo que aconteció el 19 de julio cuando hizo eclosión la situación y los operarios, con el acompañamiento del gremio UTICRA y el acercamiento de otros sindicatos hermanos, tomaron las instalaciones a los efectos de forzar una determinación del Ministerio de Trabajo que finalmente llegó la semana pasada, con el procedimiento de no innovar y designar al Sacerdote custodio de las maquinas y las instalaciones del salón “Juan Peter”.
En la tarde del jueves otra angustiosa situación pudo apreciarse, donde después de las declaraciones lentamente vimos como se cerró el taller y con los ánimos casi desolados se pone fin a una parte de un largo proceso del cual se espera que la Justicia proceda al embargo preventivo y que los proyectos que se advierten en el gremio sean de utilidad tal que permita recuperar la fuente de trabajo.
Los trabajadores se fueron a sus hogares y quedó una gran sensación de injusticia e impotencia.
Solo el silencio dominaba la escena final de una historia que seguramente habrá de continuar.