En la noche del jueves el Templo Mayor de nuestra ciudad, en el marco de la emotiva jornada de la Solemnidad de la Asunción de Maria, como ocurrió seguramente hace 25 años cuando se ordenó la Hermana Liliana Elba Moyano, actual Directora del Hogar Abrigo para niñas que funciona en el edificio de la ex Providencia, se llevó a cabo una ceremonia sentida y de fuerte contenido espiritual presidida por el Cura Párroco de Coronel Suárez Diego Kessler.
La Hermana Liliana estuvo secundada por la Superiora General de la Congregación de Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado, Hermana Marisol Romero, otras religiosas y un grupo de familias y amigos que encabezaba su madre llegada especialmente para el acontecimiento desde Mendoza, su lugar de origen.
Al pronunciar nuevamente la renovación de su fidelidad a Dios nuestro Señor, consagrando sus votos ante la asamblea religiosa que se llevó a cabo en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, se presentaron las ofrendas para lo cual los allegados a la religiosa llevaron el Pan y el Vino, “fruto del trabajo de los hombres y mujeres de esta tierra, junto con estos dones donde sus seres queridos vuelven a hacer entrega de esta hija al Señor para que así como el Pan y el Vino se convertirán en el cuerpo de Jesús, su hija en creciente fidelidad al Señor vaya alcanzando la plenitud del don total de ella misma, hasta el momento de su unión definitiva con el Señor”, como en la previa la Hermana Liliana había reflexionado ante la consulta de La Nueva Radio Suárez frente a un acontecimiento para el cual se vino preparando durante mas de cinco años, porque las Bodas de Plata no llegaron sin preparación, al contrario, era necesario vivir intensamente este momento, reconociendo errores, pidiendo perdón por las faltas cometidas y con mucha alegría y paz, como pudo apreciarse en la ceremonia religiosa, renovando este don de Dios para ponerlo a su servicio.
El Papa Francisco habla reiteradamente de la luz en la fe que llega a través de los sacramentos y esa luz, como ocurrió hace 25 años atrás, vuelve a rodear a esta religiosa que permanentemente a través de sus actos y sus testimonios es el símbolo de vivir de una manera consagrada para lo cual nada mas y nada menos que en el Día de la Asunción de Maria renueva sus votos consagrados.
Después de la Homilía del Sacerdote donde refleja en sus dichos el profundo significado del acontecimiento que se registraba en la comunidad de Coronel Suárez, la consagración de los dones, la Eucaristía, llegó el momento donde el Sacerdote comunica que todos podemos ir en paz y la Asamblea, con un inmenso gracias a Dios, coronó el acontecimiento no sin antes reiterar las felicitaciones y el clima alborozado que se puso de manifiesto al termino de la santa misa.