Con numerosas manos que se ponen al servicio de la organización el logro final significa un servicio de primer nivel y un menú exquisito con carne asada, papas, filsen casero, ensaladas. Todo sale a punto.
La carne de primera calidad, calentita, sabrosa, condimentada en su punto justo y todo no es producto de la casualidad sino de técnicas tradicionales.
La previa, toda la logística de la elaboración y sobrada experiencia que se pone de manifiesto en cada cena donde las entidades organizan una reunión social donde los comensales superan generalmente las 500 personas y en otros casos el numero de comensales es superior, pero siempre la misma organización, impecable.
Allí estaba Juan Hippener, Elsa, su esposa, la gente que colabora como siempre, Antonio Resch quien con su sabiduría y tranquilo andar, se transforman todos en un verdadero batallón que en esta oportunidad se sumaron además algunos integrantes del Consejo de Adultos Mayores de la Municipalidad y otros “baquianos” colaboradores y después si, bien fuerte el aplauso para los asadores, cocineras, mozos y el servicio que como siempre es un punto de distinción de las Fiestas en nuestros queridos Pueblos Alemanes.