Cansados de una larga jornada y tras haber recorrido diversos barrios de Coronel Suárez llevando la palabra de Cristo en vísperas de la Fiesta de Pentecostés, los jóvenes Candela, Agustina, Johana, Ana Clara, Agustín y Lourdes reflexionaron acerca de la misión que los convocó a rezar y a intercambiar experiencias con chicos de otros distritos, forjando valores de amistad, solidaridad y compromiso.
“Un encuentro muy lindo, donde nos encontramos con otras realidades de hermanos en la fe que están trabando igual que lo hacemos nosotros”, dijo Agustín de Bahía Blanca.
“Estoy muy contenta porque fue la primera experiencia de salir a misionar y me parece muy importante que los jóvenes tomemos la posta y continuemos con esta tarea, abriendo nuevos caminos en la fe en Cristo”, afirmó Candela de Bahía Blanca.
“Fue una experiencia muy linda y debemos seguir adelante, no bajar los brazos” se entusiasmó Lourdes de Coronel Suárez.
“La gente no sólo nos abrió la puerta de sus hogares, sino también sus corazones, por lo que estamos felices de esta experiencia”, dijo Ana Clara.
“No tenemos que tener miedo de golpear una puerta, porque detrás de ella existen innumerables situaciones, gente que nos recibió alegre, otros que prefirieron cerrar la puerta, pero los jóvenes tenemos que tener la fortaleza que nos da el Espíritu Santo para seguir golpeando puertas y así poder llegar a las personas con su mensaje”, reflexionó Agustín.
“Después de vivir esta experiencias nos damos cuenta que las personas tienen el corazón abierto, porque por más que algunos no asistan a misa o practiquen la religión, están abiertos a recibir a Jesús”, aseguró Lourdes.
“Creo que el mensaje de esperanza que estamos dando como jóvenes también es importante, porque estamos dispuestos a salir a caminar para cambiar las cosas”, indicó Candela.
“Todos los jóvenes están invitados a vivir este amor en Cristo que nosotros vivimos, por lo que los animamos y los invitamos a sentir el amor de Dios en su vida”, instó Agustina.