Explicó que sobre esto hay cada vez mayores trabajos, investigaciones y talleres, incluso en nuestro país, donde hay hospitales que tienen programados talleres donde su utiliza la risa como terapia para hacer frente a problemáticas de salud.
“Lamentablemente, a medida que vamos creciendo, es una cosa que vamos dejando. La risa la asociamos con los chicos y los adolescentes, mientras que el mundo adulto es más serio. Dentro de todo lo que perdemos: la creatividad, la espontaneidad, también vamos perdiendo la risa. Hay estudios que hablan de la importancia de incorporar la risa y el buen humor”.
Agregó que “la risa es muy importante, por eso debemos buscar la manera de incorporar el buen humor a nuestra vida diaria. Una cuota de risa aumenta la oxigenación en el cuerpo, baja los niveles de estrés, entre otras cosas. Muchas veces en el consultorio pregunto al paciente cuándo fue la última vez que se tentó de risa por algo y la verdad es que la gente adulta ni se acuerda”.
Andrea Tarnousky consideró que “hay que tomar en cuenta que socialmente un adulto que se ría demasiado está mal visto y se asocia con la tontería, con la inmadurez. Son prejuicios que tenemos que ir sacando porque hay suficientes estudios que demuestran que la risa es saludable”.