La pregunta se la realizamos a la Psicóloga Andrea Tarnousky, quien aclaró que “sirven las penitencias como límite. Pero tienen que tener cierta coherencia y no tienen que estar relacionadas con el ánimo o con el desánimo de los papás. Deben ser un espacio que permita al chico reflexionar sobre la conducta que llevó a cabo que los padres no ven bien. Lo que sucede es que muchas veces las penitencias las hacemos desde nuestro malhumor: cuando el chico hace algo que no sabemos como manejarlo nos frustra, nos enoja y le damos una penitencia. Eso no sirve; para que surta efecto tiene que ser entendida por el chico como un límite, no como una descarga del padre”.
Agrega que “la penitencia tiene que ser coherente con lo que el chico hizo, no con nosotros. Por esto tenemos que poder corrernos, calmarnos y también asegurarnos que la misma se pueda cumplir. Siempre les digo a los padres en el consultorio que al momento de poner una penitencia tenemos que tener claro hasta cuándo la podemos aguantar. Porque si lo que determinamos como penitencia después lo dejamos sin efecto estamos malgastando una herramienta que puede ser útil”.
Destaca que “cada chico es distinto, no a todos les sirve la misma penitencia, cada edad tiene sus características. A un chiquito de 2 años no se le puede dar una penitencia porque no la comprende, tiene que ser algo muy corto, muy chiquito, que ellos lo puedan relacionar en forma inmediata con lo que hicieron” señala la Psicóloga Tarnousky.
La profesional luego expresa que “cuando van creciendo las penitencias son diferentes. También hay que tener en cuenta las características del chico; a un niño hiperactivo, que le hace bien el desgaste de un deporte, darle como penitencia que se quede en su casa ese día termina resultando perjudicial. No hay recetas, sería muy fácil si existieran, hay que evaluar lo que le sirve mejor a cada chico, según su situación, sabiendo el momento que está atravesando y, por supuesto, reitero la necesidad que lo que hemos establecido como penitencia velemos porque se cumpla, sino no sirve, ni para esa situación ni para otras que habrán de venir”.