Ya habían sido despedidas las banderas de ceremonia, se había plantado el roble y el profesor de música Francisco Peralta fue invitado a acompañar a todos los presentes para cantar el feliz cumpleaños y amenizar con una serie de interpretaciones, algunas de las cuales tenían muy oportunas adaptaciones especiales como “Yo quiero un millón de alumnos”, “Resistiré” y finalmente “La familia” de los Pimpinela.
La oportunidad fue propicia para que todos los presentes, extendieran sus manos entrelazadas para acompañar este tema coreado por el público mientras Francisco Peralta con su simpatía y manejo del “escenario” contagió su optimismo a tal punto, que hasta logró formar una pareja improvisada de baile.
Los temas venían tan potentes, que después de hacerle el coro al “profe” secundado por la directora Mirta con la docente jubilada Ana Saferreiter y Marcela Culotta, el Jefe Distrital de Educación enfundado en un elegante traje de funcionario, fue respetuosamente invitado a bailar, a lo que respondió gustosamente ante el aplauso de todos, sin hacerse rogar.
Una postal ideal para reflejar las vivencias que pudimos apreciar el sábado en un encuentro de gente sencilla, simple, trabajadores que hicieron de la escuela rural de otras épocas, el lugar de encuentro y compromiso para formar hombres y mujeres que hoy son fieles continuadores de estos principios legados de sus mayores, todo esto y mas encierra, el sistema educativo en nuestras escuelas rurales, que muchas veces siguen funcionado por esta sumatoria de voluntades.