Al término del acto protocolar del sábado pasado en el amplio patio que circunda el edificio de la Escuela Nº 41 donde la naturaleza no ha sido para nada mezquina, al contrario, la belleza de su entorno fue al ámbito ideal para dejar un gran testimonio con ha sido plantar un roble que se denominara “El árbol del cincuentenario”.
Participaron de la plantación del ejemplar los dos alumnos actuales, ex alumnos, docentes, ex docentes, miembros de cooperadora, comisión de festejos, vecinos y allegados quienes compartieron esta grata experiencia dejando para la posteridad un árbol, que seguramente crecerá, dará sus frutos, sombra representando el fuerte significado del reencuentro de los 50 años compartidos, 50 años de una rica historia que encierra esfuerzos y grandes compromiso.
Todos, pala en mano, mientras las nubes que presagiaban la lluvia que llegó mas tarde y que no impidió el festejo, después vino el brindis, la reunión informal y distendida y por la noche la bendita precipitación que para los campos que rodean la escuela es sinónimo de un gran y esperado beneficio, mientras el roble ya tiene su sitio definitivo y bien regado naturalmente.