El viernes último, el salón de actos de la Secundaria Nº 8 se completó de docentes de todos los niveles, y estudiantes de los profesorados que concurrieron a escuchar a Pamela Salas, una destacada profesional de la educación especial, que porta un extenso currículum que le han ganado el respeto de sus pares en diversos ámbitos, y por lo que es considerada palabra autorizada.
La propuesta que organizaron junto al director del secundario Pablo Schetizner que funciona en el edificio de la Escuela Sarmiento, fue sobre conductas disruptivas, o conductas “desafiantes” com las calificó la profesional.
Y a lo largo de dos horas de intensa disertación, desarrolló conceptos movilizadores para quienes están al frente de grupos de alumnos.
Entre otras cosas dijo que “ningún ser humano viene a este mundo para ser insultado, maltratado, por lo que se preguntó “qué nos pasa a cada uno de nosotros frente a esta conductas disruptivas? Hay que preguntarse que nos pasa a cada uno de nosotros docentes, frente a un alumno que golpea un banco, se enoja, se niega a hacer la tarea, se agreda a sí mismo o agrede a otros, pega, insulta, etc”. Indicando que “lo que está bien y lo que está mal, es un límite muy finito, lo primero que debemos preguntarnos es que nos pasa a nosotros, adultos, frente a este tipo de comportamientos. Hay que buscar la manera de autolimitarse en nuestras propias conductas, para poder dar lugar a disminuir la frecuencia de estos sucesos, y a disminuir su conflictividad. Si frente a un alumno que al enojarse levanta la voz, nosotros la levantamos a su vez, no solucionamos nada, y estamos dejando que nos arrastre en su comportamiento. Otro ejemplo: si en el momento del juego en el patio, hay una pelea por la pelota, yo retiro el objeto que es motivo del conflicto, no solucioné ningún problema, no enseñé ninguna manera de solucionar una diferencia, y al poco tiempo, tendré el mismo comportamiento conflictivo frente a otro objeto”.
Aclaró que denominaba a estas como conductas desafiantes, porque “implican un desafío a nuestras prácticas, es un desafío a ver qué hago en cada una de estas situaciones”.
E insistió en que “todos somos modificables; todos podemos modificar nuestras conductas gracias a nuestra capacidad neuronal”.
La disertante invitó a los docentes a un cambio de posición, de mirada frente a esta situaciones, dejar de lado la perspectiva negativa de decir “ese niño es un problema” a una mirada positiva al considerar “ese niño tiene un problema”, y a buscar estrategias, caminos, preguntándose “¿qué conducta queremos que haga en el futuro frente a estas situaciones?”
La dirección de la Escuela Secundaria, y también la Inspección del área representada por la Profesora Marcela Zaffora, anunciaron una próxima charla, con otra profesional, para el día 10 de mayo.