“Noche Santa, Noche de Luz, resucitó el salvador”
“La Esperanza estaba intacta, queda la llama encendida, el Señor siempre vence, ha resucitado”.

El sábado pasado, a partir de las 20:30 hs., los fieles se fueron concentrando frente a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen y en cuyo acceso se produjo la ceremonia que marcaba el final de la Vigilia Pascual con el encendido del fuego y a partir de allí el cirio pascual que fue trasladando el significado de la llama en cada una de las velas que portaban los cristianos que concurrieron al Templo mayor de la ciudad.
Fue el Padre Diego Kessler, en su carácter de Párroco de nuestra comunidad, quien con cirio en mano produjo su encendido con la mas expectante sensación de la comunidad Católica que aguarda uno de los mayores misterios que se recogen a través de la doctrina de Jesucristo, que murió en la cruz en el sentido Viernes Santo y resucita para gracia de todos.
El sacerdote junto al Padre Agustín, sus ayudantes y los monaguillos bendijo expresando “que este fuego nos conceda en la celebración de estas fiestas pascuales de manera que enciendan en nosotros deseos tan santos que podamos llegar con corazón limpio” procediendo inmediatamente a marcar unas señales en el Cirio, una cruz, la letras Alfa y Omega y las cifras del año en los ángulos de la cruz y posteriormente se incrustan cinco gramos de incienso en forma de cruz expresando “Por sus llagas, santas y gloriosas, nos proteja y nos guarde, Jesucristo nuestro señor. Amen”
Se encendió el Cirio para luego los fieles que se encontraban agolpados en el acceso fueron accediendo en silencio al interior del Templo, que lentamente fue iluminándose en su totalidad mientras los asistentes a la ceremonia levantaban sus velas bajo el pregón “Esta es la luz de Cristo” “Que la Luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu”.
En tanto el Padre Agustín comenzó a cantar el pregón pascual y el celebrante inciensa el cirio y el altar comenzando el oficio que estuvo acompañado del Coro Parroquial que admirablemente fue imponiendo una mayor solemnidad al acontecimiento litúrgico.
El sábado fue el segundo día del Triduo Pascual que concluyó el Domingo de Resurrección, cerrando de esta manera la Semana Santa que para Coronel Suárez, como ocurre todos los años, registró una masiva presencia de fieles en cada acto y que se vio especialmente reflejado en el Vía Crucis del viernes, mientras las misas del domingo estuvieron colmadas de fieles, tal cual pudo apreciarse también en los tres Pueblos Alemanes.
La del sábado fue la conmemoración de Jesús en el sepulcro y su descenso al abismo, por eso en los primeros minutos de la noche tuvo lugar la principal celebración cristiana del año, es decir, lo que se denomina la Vigilia Pascual.
“Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso”.
Estas palabras pertenecen al Credo, una de las principales oraciones de la Iglesia Católica. Recogen la doctrina de ésta acerca del tiempo en que Jesucristo había muerto en la Cruz y no había aún Resucitado, que es el momento que se conmemora este día.
Son los días de la sepultura de Jesús y de su descenso al lugar de los muertos, es decir, de su extremo abajamiento para liberar a los que moraban en el reino de la muerte.
El Sábado de Gloria es el día de espera litúrgica por excelencia, de espera silenciosa junto al sepulcro que se manifiesta no sólo en la ausencia de celebraciones o símbolos visibles en las iglesias: el altar está desnudo, las luces apagadas y como decimos al concluir la Vigilia Pascual se renueva la “Luz de Cristo”.
Liturgia del Sábado Santo.
En la Iglesia Católica también se conmemora la Soledad de María después de llevar al sepulcro a Cristo, quedando en compañía del Apóstol Juan.
Pueden ser expuestas en la Iglesia, a la veneración de los fieles, la imagen de Cristo crucificado, en el sepulcro o descendiendo a los Infiernos, ya que ilustran el misterio del Sábado Santo.
En tanto el domingo la Santa Pascua de Resurrección también fue especialmente convocante para la inmensa cantidad de fieles que participaron de los oficios religiosos que para La Nueva Radio Suárez representa nada mas y nada menos que 30 años de transmisiones ininterrumpidas de la Santa Misa del domingo, cuyo comienzo fue por iniciativa del Párroco de entonces, Padre Montero, quien tuvo la feliz idea y que este mismo grupo de trabajo sostiene a través del tiempo como un servicio a la comunidad.
En su homilía el domingo en la misa Pascual el Cura Párroco Diego reflexiono expresando “Que la esperanza estaba intacta, queda la llama encendida, en el fondo del corazón, esta esa llama, por que el señor siempre vence, cumplió con lo que anticipo, ha resucitado, por lo cual es necesario indagar para descubrir cada una de esas razones y no quedarnos solamente con la admiración de ese misterio, para seguir andando por la vida con esa certeza haciendo una verificación de la persona”.