Hermana Liliana Moyano y la alegría por la designación del nuevo Papa.

Cuando se produjo el humo blanco y el anuncio de que el nuevo Papa era el Cardenal Jorge Bergoglio, la Hermana Liliana, Directora del Hogar La Providencia, estaba en Mendoza, en la sede de su Congregación, donde había concurrido para sostener diferentes reuniones a las que había sido convocada.
Fue intensa la emoción vivida; tuvo la oportunidad de asistir el mismo día de la designación a una misa concelebrada por Sacerdotes Jesuitas, donde quien tuvo a su cargo la homilía fue durante 6 años Secretario de Bergoglio.
En su alocución no dejó de mencionar la humildad y el sostenimiento de las palabras con la acción que el ahora Papa mantuvo siempre.
Una de las anécdotas por parte de las Religiosas de la Congregación da cuenta que en momentos en que estaban en una misión religiosa se encontraban en la Plaza de Mayo, una fría mañana, esperando que se abriera la Catedral, Bergoglio cruzó la plaza bien temprano a comprar el diario, como lo hacía cada mañana, les preguntó que estaban haciendo y llevó el grupo misionero a desayunar en su departamento del Arzobispado, con mate y chocolate que él mismo preparó.
La Hermana Liliana dijo que “además de la emoción y la alegría, este tiempo se debe vivir con mucho compromiso, preguntándonos qué parte nos toca en todo esto y cómo cada uno de nosotros debe dar testimonio de su fe”.
Agrega la Hermana Liliana que “tuve la oportunidad en este viaje de visitar dos veces la cárcel de mujeres y allí había muchas internas que se acercaban a la actividad programada para presentarles al nuevo conductor de la Iglesia Católica, motivadas por lo que habían visto de Francisco I”.
“Creo que esto son los frutos también de este año de la fe que propuso en su momento Benedicto XVI. Espero que nos motive a cada uno para vivir más intensamente la propia vocación, con más compromiso social” expresó la Religiosa.