Caritas llevó a cabo la Cena Penitencial.

En la noche del viernes pasado se llevó a cabo en las instalaciones del salón del Barrio San Cayetano, como preparación para la Pascua que se aproxima, la tradicional Cena Penitencial que organiza Caritas Parroquial y consiste en una taza de caldo que además permite colaborar generosamente con la marcha de la institución puesta al servicio de los mas necesitados y de su obra que en nuestra comunidad tiene tanta trascendencia desde hace una gran cantidad de años, manteniendo su vigencia.
Se vendieron los sobres a través de Librería Mater y los miembros de la institución organizadora de manera tal que el salón presentaba un importante marco de publico que aguardó la llegada del Párroco, quien brindó un mensaje referido al significado de la Cena Penitencial y su sentido en este tiempo tan fuerte para todos los cristianos, donde a la aproximación de la Pascua, que habrá de comenzar en el Domingo de Ramos del próximo 24 de marzo, se suma el gran acontecimiento para la Iglesia Universal con la asunción del nuevo Papa el martes venidero.
“Que la humildad de Francisco I nos colme a todos de la misión de ofrecer como sacrificio y meditación sobre el significado de la Pascua, la fecha mas importante para todos los cristianos, mas sentida y de mayor relevancia por todo lo que implica a través de la historia de todos los tiempos” reveló el Sacerdote mientras impartía la bendición de la mesa y auguraba una jornada plena, reflexiva y solidaria.
Previamente los dirigentes de Caritas Parroquial que trabajaron en la organización de la Cena Penitencial, tanto en la cocina, con inmensas ollas que humeantes despedían el aroma austero del caldo que se había preparado, como los jóvenes que sirvieron al publico, reflexionaron sobre la misión que les corresponde en una ciudad donde Caritas Parroquial a través de los años ha ganado un prestigio siguiendo fieles los postulados que guían sus pasos de solidaridad y promoción del hombre, superando sus principales necesidades.
Ya se anticipa la llegada de la Pascua, pero hay que tener en cuenta que la Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto prendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.