Várices y arañitas.

Aunque las piernas de hombres y mujeres se destapan buscando prendas más cómodas y más frescas hacia la primavera-verano, y entonces todo el mundo parece notarse entonces las várices o arañitas que pueden tener en sus miembros inferiores, la realidad es que para estas fechas es un poco tarde para iniciar la consulta y el tratamiento de esta problemática.
Este tiempo que empezamos a vivir en el principio del otoño, y durante el invierno es la temporada ideal para la consulta médica y comenzar con los tratamientos.
Sobre el particular consultamos al médico Flebólogo Dr. Diego Azcona quien explicó que durante la época de temperatura más baja “el paciente tiene muchísima menos exposición a la radiación ultravioleta del sol, que durante el verano, por lo que los tratamientos que se puedan utilizar –desde un simple esclerosante, con la aplicación de espuma, una aplicación con láser, o la elastocompresión- es mucho más factible en este momento, por un lado por menos calor y por la menor exposición al sol”.
Agregó que “nosotros, siempre dividimos la parte estética, de la parte clínica”.
“A nivel de la especialidad, tomamos en cuenta que la enfermedad acompaña al paciente durante toda su vida”.
“No tiene una solución, por eso inculcamos a los pacientes consultar una vez por año, en control anual”.
“Hay que evitar esos 10 años sin consultar, luego de un tratamiento intensivo de un año por ejemplo”.
“Por eso hay que promover una consulta anual o por lo menos cada dos años en aquellos pacientes que ya hicieron tratamiento, para evitar volver a ser operados”.
“Se trata de hacer un tratamiento y luego hacer mantenimiento”.
Insistió el Dr. Azcona que hay muchos mitos sobre la parte flebológica del tipo “porque me traté las várices me aparecen”, “esto no es así”, manifestó, “operándose o no, van a ver que sus síntomas y dolores aparecen, tiene solución transitoria; pero si no vuelve a consultar en 5, 7, o 10 años, vuelve a su patología de várices; vuelve a tener otras várices en otro lugar que no lo tenía cuando se trató la primera vez”.
Otro de los mitos populares es que las várices no hay que tratarlas porque aparecen más. Esto no es así. El paciente que tiene estos problemas flebológicos deben tener un seguimiento, y al final, la carga –la cantidad de arañitas y várices- con el transcurso de los años es mucho menor que de no tratarse por muchos años”.
Indicó el profesional que más allá de la cuestión estética, que para los pacientes es de mucho peso, “es sobre todas las cosas una cuestión de salud”.
“Esta deformación de la vena que es la várice, hace que la sangre de esa vena no sea normal; sobre esa situación una circunstancia especial como por ejemplo un viaje de cuatro o cinco horas, lo pone en riesgo de generar un coágulo, provocar una trombosis, al margen de generar localmente un proceso inflamatorio, molestias, dificultad para pisar, entre otras cosas”.
¿Cuáles son los tratamientos posibles?
Responde el Dr. Diego Azcona que en flebología “tenemos tres grandes tipos de tratamiento; el tratamiento médico con cremas y medicación por boca más elastocompresión alivia, mejora la sintomatología, y se utiliza en algunos pacientes”.
“Dentro del tratamiento quirúrgico existe lo que existió siempre que es la cirugía convencional, y existe el otro tipo de tratamiento que lo estamos haciendo ya en Suárez con láser, que consiste en mejorar la calidad de vida del paciente, también es quirúrgico, pero con un post operatorio más corto, con una recuperación mucho más rápida para el paciente”.
“Y en el medio del tratamiento médico y el quirúrgico, está el tratamiento esclerosante, con espumas, que tiene sus indicaciones y que es efectivo para determinadas patologías como las úlceras, o pacientes añosos que tiene riesgo de ser intervenido”.
En Coronel Suárez, en la calle León XIII y avenida Hipólito Yrigoyen, funciona el Centro de Estética donde se hacen los tratamientos con láser para tratar várices y arañitas, siempre según la indicación del médico de cabecera.