Caso Olivera-Heit.
Como transcurrió el proceso para la víctima de este aberrante hecho.

Sonia Molina no quiso hablar ayer con los medios de prensa.
Habló en todo momento la Fiscal y cuando los medios locales le requirieron la palabra, se disculpó con frases cortas, con gestos breves.
En cada ocasión donde fue posible –antes de ingresar a la vivienda, a la salida de la misma, previo a acceder al domicilio por cuya ventana de garaje logró escapar para encontrar la libertad, mientras esperaba en el móvil de la Policía que la transportaba- siempre conservó la misma actitud: la negativa de hablar, pero con la mirada y la actitud bien atenta, reconociendo lugares, recorridos, trayectos realizados.
La Fiscal dijo en sus declaraciones ante los medios de prensa que “la hemos preparado para este momento, para la inspección ocular” –que implicaba el regreso hacia el lugar de cautiverio- en el domicilio donde estuvo secuestrada, según consta de sus acusaciones a los dos imputados.
Por eso, dijo “al principio estaba entera, pero ya al final estaba quebrada. Es una situación sumamente traumática, sabíamos que esto iba a ser así; era inevitable que en alguna instancia sufriera la situación traumática de tener que revivir todo esto y el hecho de recorrer todos los lugares en los que ha sido sometida”.
La Dra. Corrado destacó la colaboración brindada por Sonia Molina: “sabemos que si bien para la víctima es un trauma, la colaboración es fundamental. Seguramente que ahora tendrà que reforzar con algún psicólogo, aunque de hecho está haciendo terapia. Sabemos que va a salir adelante porque tiene el apoyo de toda su familia. Estuvo muy bien en todo momento, hasta el punto final en que sabíamos en que iba a estar conmocionada”.