 El miércoles por la mañana en el Consejo Escolar de Coronel Suárez se manejaban los números de la cantidad de docentes que a la fecha permanecen sin cobrar su sueldo del trabajo realizado el año pasado.
Para cuando avanzó el mes de agosto y no se lograba el cobro del sueldo de los docentes de todos los niveles que habían cubierto suplencias, o estaban con cambio de función, se pensó que esto se debía a los paros que para entonces se registraban en la Dirección General de Educación. Pero la verdad es que siguió avanzando el año y tampoco hubo novedades.
Recién algunos docentes cobraron los sueldos atrasados en este mes de febrero. A algunos no les llegó el descuento de la AFIP… pero a muchos otros sí: irónicamente, en este “ahorro forzoso” al que se vieron sujetos, les llegó la aplicación del Impuesto a las Ganancias, porque se habían pasado del mínimo no imponible, después de haber estado varios meses sin cobrar.
Mientras tanto otros muchos están todavía sin cobrar.
La situación es tan complicada que ya el año pasado había muchos lugares suplentes (por ejemplo por licencia por las enfermedades respiratorias del invierno) que no se cubrían en las escuelas, ya que nadie quería tomar esos días porque sabían que no le iban a pagar.
La Nueva Radio Suárez habló con una docente de escuela primaria que está en esta situación.
Virginia (una docente no mucho más alta que sus alumnos de 5to grado y que ayer, divertida, pegaba saltitos cuando fue presentada a la par que levantaba la mano, para que pudiera ser vista por los padres que estaban al momento del inicio de clases en su escuela) fue enfática al contar la situación: “tomé una suplencia a finales de julio, trabajé hasta hoy (por el miércoles) y solamente cobré un solo mes, después nada más durante el resto del año”.
“En el mes de febrero me abonaron solamente hasta diciembre (por más que se sabe que si una cobertura suplente llegó hasta diciembre debe pagarse hasta febrero). Sigo en el mismo cargo, pero ahora estoy con expectativa para ver si en el quinto día hábil de marzo me pagan enero y febrero. Contaba con ese sueldo para hacer cosas en mi casa, con mis hijos y mi familia. En forma de chiste decíamos que me obligaron a un ahorro forzoso. No me llegaron los descuentos de la AFIP por suerte, se que a otros docentes sí”.
Agrega la docente consultada que “si bien la bronca existe, nosotros los docentes salimos a flote con la vocación. Yo siempre digo que de volver a optar elegiría ser maestra, porque otra cosa no me sale. Pero no es posible dejar de sentir la impotencia, la angustia y bronca frente a esta realidad”.
A pesar de esta situación irregular, ayer por la mañana y por la tarde, dando comienzo a un nuevo ciclo escolar, los docentes y directivos no escatimaron sonrisas y se multiplicaban los carteles de bienvenida para las familias y los alumnos.
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