Imprimir Página | Volver a página de inicio

Comienzan las clases.
Visitamos Librería Losno.

“Si comparamos con el año pasado, los productos escolares han aumentado alrededor de un 30 por ciento”
La expresión corresponde a “Chicha” Losno, quien lleva 76 años en el negocio que creó su padre, Librería Losno, si tomamos en cuenta que empezó a ir al lugar a los 5 años de edad.
Que las cosas han cambiado mucho, es seguro.

Esta mujer trabajadora del comercio desde hace tantos años, recuerda que a pesar que los hijos de don José Losno podían tener a disposición tantas gomas, reglas, lápices y cuadernos como quisieran, su padre les enseñó a cuidar con toda dedicación: no se podía agarrar una goma de borrar nueva hasta que no se gastaba totalmente la que estaba en uso. Y si se perdía, el padre y la madre le indicaban que debía buscarla hasta encontrarla, porque no iba a haber otra. “Ahora en cambio es tan distinto, lo veo en el negocio y también con mis nietos”.
Y mientras en una caja, están religiosamente guardadas las carteras escolares, esas de cuero que usaron nuestras padres y abuelos, que eran eternas duraban de una generación a otra sin romperse, en el negocio se agrupan en exhibición las mochilas con los personajes del momento, las que los chicos y las familias renuevan cada año, aunque no estén rotas o gastadas.
“Chicha” Losno sabe por experiencia que las compras más rápidas son las que realizan los padres, sin la presencia de los chicos, que buscan los productos más llamativos y casi siempre los más caros.
Indica que los productos escolares han aumentado –aunque de manera escalonada a lo largo del año- alrededor de un 30 por ciento.
¿Y los libros? Todavía no han aparecido los docentes anticipando que libros pueden llegar a sugerir a los alumnos, pero los de inglés ya hacia septiembre del año pasado habían tenido una suba importante.