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Los vecinos de la calle Urquiza y alrededores.

Muy enojados por la apertura de un nuevo local nocturno.
El miércoles que viene tendrán una reunión con funcionarios municipales y policiales buscando que se legisle privilegiando la tranquilidad.

“Hace 40 años que estamos conviviendo con el boliche bailable Yamó, no queremos que ahora se agregue otro local de diversión nocturna, por eso reclamamos a las autoridades para que legislen sobre el particular”.
Así comenzó Néstor Alebuena una serie de consideraciones que ni más ni menos expresan el sentir de todos los vecinos que viven en la misma cuadra de Urquiza, entre Mitre y Lamadrid, o que son frentistas en los alrededores de este sector y que están hartos de no poder descansar los fines de semana.
Hace un tiempo atrás se comenzó a gestar la posibilidad de apertura de un bar que está pegado al complejo bailable, el que estuvo clausurado antes de su apertura por unos días, pero que luego abrió sus puertas, ubicó mesas en la vereda, incluso por fuera de su propio frente, generando los inconvenientes para los vecinos.
Hay bocinazos, ruidos permanentes, portazos de auto, voces fuertes en medio de la noche, además de enumerar las otras cosas que muchas veces vienen asociadas a la nocturnidad: peleas, suciedad en los porches de las viviendas y una intranquilidad constante para todos quienes quieren descansar en forma conveniente porque al día siguiente tienen que trabajar.
Los vecinos están enojados, molestos, quieren que no se permita el funcionamiento de este nuevo local de entretenimiento, por lo que les han pedido a las autoridades que intervengan.
El miércoles de la semana que viene tendrán una reunión en un domicilio particular y con la presencia del Secretario de Gobierno y el Jefe de la Policía Comunal.
Lo que pretenden es que se adopten las medidas legislativas necesarias para que el funcionamiento de este lugar no se produzca.