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Los pueblos Alemanes y su gente.
Ángel Hall.

Toda una institución, con raíces en Pueblo Santa Trinidad.

Tiene 60 años de docente en el área de carpintería de la Escuela Técnica. Estudió en lo que entonces era Escuela de Artes y Oficios y allí se quedó dictando clases de carpintería, en principio para ayudar al profesor titular cuando tenía 15 años y a los 17 ya estaba titularizado en esas horas.
Terminó dando clases y estando a cargo del taller en los turnos de mañana, tarde, noche, también en otras escuelas, como la de Santa María, donde también se enseñaban oficios.
Por eso dice que con las tres jubilaciones que fue pagando simultáneamente suma 123 años de aporte, más 6.000 alumnos que pasaron por sus clases, o más, y una dedicación permanente.
Hoy está jubilado en un solo cargo, cobra apenas $2.800 de haber jubilatorio, en lo que se constituye en una gran injusticia desde el Estado.
Ángel Hall es toda una institución dentro de un establecimiento educativo como es la Escuela Técnica.
Sus raíces se encuentran en Pueblo Santa Trinidad, donde su padre tenía un típico y conocido almacén de ramos generales, sobre la Avenida Alemanes del Volga.
Pertenece a una familia de 10 hijos, su mamá falleció muy joven –él apenas tenía 7 años- y las dos hijas mujeres se ocuparon de llevar adelante la casa.
Se crió, entonces, en un hogar donde no había lugar para preguntar el por qué, cuando su padre, Juan, decía que no a algo.
Se acostumbró a trabajar desde chico: fue canillita, lechero, luego con sus hermanos alquilaban campos por tanto (conocido el sistema como tanteros) para trabajar la tierra.
Al almacén de ramos generales de su padre –que abría a las 6 de la mañana- llegaban los trabajadores de los hornos de ladrillos para tomarse una copita que les ayudara a enfrentar la dura jornada de labor.
Y en los galpones que había en el lugar, que pertenecían a su padre, se hicieron durante muchos años los bailes de la Colonia, especialmente los de Kerb.
Allí nació también –fue virtualmente su sede durante muchos años- el Club San Martín, del que Ángel participó activamente durante muchos años en la Comisión Directiva.
Consultado Ángel Hall dice que siente que Santa Trinidad “es mi país”; y agrega que “así lo siento, a pesar que ninguno de los 10 hermanos quedó viviendo en la Colonia. Es el lugar que me representa y que sigo sintiendo como mi casa”.