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Sexualidad y adolescencia.

La consulta fue a la Doctora Andrea Saccomanno, Médica Pediatra, con especialidad en Adolescencia.

Como respuesta a la pregunta si con el profesional los adolescentes se animan a preguntar más que frente a sus padres sobre las cuestiones de sexualidad que les preocupa, la profesional consultada dijo que “la mayoría no lo hace en la primera consulta, sino en la segunda o tercera, por eso pedimos análisis o dejamos algo pendiente, para que se abra el lugar para el diálogo. También esto depende de las edades: los adolescentes más chicos no preguntan demasiado, si lo hacen desde los 15 años para arriba”.
Agregó que “la adolescencia tiene tres etapas y según cada una de ellas son los intereses. La primera, donde aparecen los cambios físicos, entre los 9 y los 13 años, los chicos están más ocupados en eso, en su propio cuerpo, y no se preocupan mucho por el otro sexo. Esto empieza a los 14, 15, cuando comienzan a notar más al otro y están más dispuestos a prestar atención, a los que se les puede hablar y también a preguntarse sobre cuestiones referidas a la sexualidad”.
La Doctora Saccomanno, por otra parte, opinó que “en esta segunda etapa de la adolescencia es donde empiezan a preguntar más en torno a cómo cuidarse, el uso del preservativo, los anticonceptivos. Y en la tercera etapa los más grandes que concurren a la consulta o al centro de salud empiezan a pedir la provisión de métodos anticonceptivos”.
Sobre la mezcla de promiscuidad, alcohol y la omnipotencia propia de la juventud, de aquel que cree que nada le va a pasar, dijo lo profesional consultada que “la información está, sobre todo a partir de abrirse la educación sexual en las escuelas; hay mucha folletería y libros, a los cuales incluso pueden recurrir los mismos padres, porque hay orientación muy buena”.
La profesional reconoció por otra parte que el problema está en que muchas veces “el adolescente hace su propia interpretación de la información que recibe, y el cuidarse en ocasiones tiene relación directa solo con no quedar embarazada, dejando de lado las medidas para no contagiarse ninguna enfermedad. Generalmente cuando empiezan a tener relaciones los chicos se cuidan con preservativos y cuando incorporan los anticonceptivos orales la mayoría suele dejarlo; y esto no tendría que ser así, porque si no usan el preservativo se pueden enfermar. Por eso hay que hacer hincapié en el preservativo bien usado, porque este es el único método de barrera que previene embarazos y enfermedades de transmisión sexual”.