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Balances de fin de año.

¿Son buenos o sólo sirven para sentirnos culpables por lo que no logramos?.

La pregunta se la hicimos a la Psicóloga María Inés Santarelli, quien primero indicó que “balance me suena a un término económico, por lo que asociándolo debe tener una columna del debe y el haber. La idea cuando hacemos balances es que pongamos todo en esa balanza para poder evaluar. Entiendo que hacer un balance siempre es bueno cuando es algo natural, genuino y que contenga algún tipo de reflexión”.
Agregó que “estaría bueno hacerlo en distintos momentos. También no todo el mundo los hace a fin de año, sino en cualquier momento, frente a cumpleaños, aniversarios, porque tiene que tomar decisiones o ha habido situaciones que está bueno que se pongan en la balanza”.
“Lo importante es tomar en cuenta cuáles fueron nuestras expectativas, las que por allí pueden haber sido muy altas, por lo que el balance no puede ser realista. También qué cosas dependieron de uno y cuáles no”.
Crecimiento, aprendizaje, son términos que deben tomarse en cuenta para no castigarse tanto por lo que no logramos y para alegrarse por lo que sí se alcanzó, con el objetivo que el balance –sí lo hay y en el momento del año que sea- resulte sobre todas las cosas saludable y positiva para la persona que en diálogo consigo mismo se hace una evaluación.