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Como se pide.

“Hacete amigo del Juez y todo te será dado”.
Por Julio Zaballa.

Con el tema de la restitución al patrimonio Argentino del predio usurpado con la venia política por la Sociedad Rural Argentina me recuerda un hecho de la no deseada historia suarense donde la Ley no era pareja y los Jueces la aplicaban a su antojo, como hoy.
Hoy tiene la SRA el beneficio tanto de su poderío económico como de sus amigos los Jueces, como ayer la tenían (y tienen) con las Fuerzas Armadas (armadas por los argentinos).
Hoy esgrimen derechos que el 16 de Noviembre de 1976 no nos permitieron a nosotros los que fundamos la Farmacia Sindical, la Obra Social de Jubilados, etc. Nosotros los sindicatos suarenses no teníamos sobre el patrimonio de la institución ningún juicio por mal desempeño, ni enriquecimiento ilícito, ni apropiación de patrimonio, como lo tiene hoy la SRA. Tres auditorías pedidas a partir de marzo del 76 al Capitán de Navío, Roberto A. Ulloa por parte de las fuerzas suarenses que luego emitieron la solicitada de Noviembre de 1985 y que antes se habían adherido a la solicitada de la SRA del año 1978 en favor del golpe genocida, apropiador y ladrón.
Hoy se rasgan las vestiduras por lo que les sucede a pesar de los beneficios que les otorgan los jueces adictos. ¡Que diferencia! A nosotros nos fue negado todo derecho, todo beneficio de defensa o reclamo. Nos robaron. Y en ese acto en la planta alta de la esquina de Garibaldi y Las Heras el 16 de Noviembre de 1976 estaba representada por sus respectivos presidentes, la Sociedad Rural local, el Círculo Médico, el director del Diario El Imparcial y el Secretario de Gobierno del interventor de facto, hoy preso por delitos de lesa humanidad, Lucio Gerardo Pedernera.
Unos fueron premiados con cargos y otros beneficios. Es más, le hicieron de colchón a Pedernera, aportando un interventor municipal a partir de 1982, un año antes de las elecciones. Cuando fui a reclamarle en su propio despacho a Pedernera en marzo de 1977, luego de que fuéramos liberados con Luongo de nuestra detención por reclamar por los derechos del trabajador de Luz y Fuerza, no solo me negó todo derecho, sino que me anticipó que no pararía hasta verme comer mierda. Era evidente que los que le dieron letra pues Pedernera no podía por el poco tiempo en Suárez conocer mi militancia sindical o política. Le habían transferido un rencor y odio que ponía de manifiesto en nombre de esos sectores que poco me querían y que me negaban cualquier derecho.
Luego el Círculo Médico le ganó un juicio a la ACSOS por deudas, con la asistencia de un abogado que ya demostraba sus ambiciones que hoy ya no tiene límite y va por más, aprovechando de la mala memoria o negación de la historia que tienen los suarenses.
Ante el Juez que atendía la causa del embargo a lo que quedaba de lo robado aquel 16 de Noviembre de 1976, traté de presentarle recursos o apelaciones, me dio algo de tiempo, pero al quedarme solo, sin recursos económicos ni con fuerzas necesarias, debí abandonar la lucha. Nunca hubo reparación histórica a aquel despojo.
Como para aportar algún elemento a aquel que se quiera tomar el trabajo de analizar lo escrito, nosotros teníamos enfrente no solo al Diario El Imparcial o al intendente de facto, sino que el poder que en aquel entonces representaban los propietarios del 96% de la tierra del Distrito suarense. Mas precisamente el 43% (256.551 hectáreas) en manos de 109 propietarios entre 1001 a más de 20.000 hectáreas. 1294 propietarios atesoraban 316.287 hectáreas del Distrito (el 53% del total que van de 51 a 1.000 hectáreas). Luego le quedaban (en la década del 70) el 4% (21.737 hectáreas) en manos de 1394 agricultores que atesoraban hasta 50 hectáreas. Nobleza obliga no todos integran la Soc. Rural, pero…
Para finalizar este análisis recomiendo nota emitida por el Diputado Mario Oporto, artículo del que extraigo una parte para un análisis superior; “…Recordemos brevemente ese origen y algunas de sus derivaciones. La Argentina se endeuda por un millón de libras con la casa Baring Brothers en 1824, a cambio –entre otras cosas– de hipotecar tierras fiscales. En abril de 1826, el Presidente Rivadavia desaloja de esas tierras a los indios y los criollos que la ocupaban. En mayo sanciona la Ley de Enfiteusis (una cesión discrecional de tierras, sin obligación de ocuparlas) y en julio se funda la Sociedad Rural Argentina, en la que Rivadavia tenía acciones.
Esa primera Sociedad Rural recibe 122 leguas en las zonas más fértiles de la Provincia de Buenos Aires y en 1830 ya tiene 8,5 millones de hectáreas repartidas entre 500 estancieros asociados (aproximadamente 15.000 hectáreas cada uno). Las consecuencias económicas para el Estado no fueron buenas. Los estancieros esquivaban el pago del canon, además de alquilar las tierras como si no se tratara de una sociedad productiva sino inmobiliaria. Los patrones económicos de los estancieros en aquellos años se basaban en la apropiación, la especulación y la evasión.
En 1826, el primer Presidente de la primera Sociedad Rural fue Narciso Martínez de Hoz. Su hijo, José Toribio, fue el encargado de liquidarla (era una sociedad de acciones) y refundarla en 1866, un año después de que los estancieros lograran la sanción del Código Rural en la Provincia de Buenos Aires un modo de institucionalizar el trabajo servil de los peones de campo…….”.
Muy atentamente.
JULIO ZABALLA - D.N.I. 5.492.952.