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Cosecha fina.

¿Se podrán cumplir con las 4 millones de toneladas vendidas al exterior de trigo y asegurar el consumo interno?
Los resultados de una siembra donde muchos lotes se destinaron al cultivo de cebada.

Consultado el Ing. Jorge Bertolami sobre la evaluación de la cosecha fina, a la que le resta más o menos una semana de actividad, levantando el trigo de los campos, explicó que los resultados han sido dispares y menores a los esperados.
Indicó que “la cebada será de menor calidad debido al exceso de las lluvias, las cuales provocaron enfermedades en las plantas, perjudicando también los rendimientos. En cebada tuvimos una cosecha dispar, con rindes muy buenos en algunos casos y otros muy por debajo de lo que eran las expectativas. Creo que ha sido un 20, 25 por ciento menos que lo que creíamos que iba a ser. Y ahora, al enviar el producto al puerto para cumplir los contratos de venta, que eran muchos, hay que estar peleando por la calidad de la misma”.
En cuanto a la cosecha de trigo indicó que “aunque la calidad no es muy buena los rindes en general podemos considerarlos muy satisfactorios en toda la zona que se ha cosechado hasta ahora. Considero que estamos a la mitad de la campaña de trigo, tal vez un poco más. Dicen los molinos que la calidad panadera del trigo no es muy buena, pero el rinde está siendo bastante satisfactorio y como hay mucho en bolsa todavía no podemos saber bien adonde vamos a estar parados en cuanto al futuro de la exportación. Porque si a nivel país no superamos las 10 millones de toneladas quizá no podamos cumplir con los contratos de venta con el exterior, donde hay compromisos por algo más de 4 millones de toneladas, cuando se deben asegurar algo mas de 6 millones para el consumo interno”.
Indicó que por ahora está autorizada la carga de trigo hacia el exterior por 2 millones de toneladas entre enero y febrero y al llegar al 1ero de marzo habrá que nuevamente poner en conocimiento de las autoridades de cuánta es la mercadería disponible en manos de productores y exportadores sin embarcar, para asegurar las 6 millones de toneladas que el Gobierno ha estimado para consumo interno, semillas y para la producción de harina para exportar.