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La Coordinadora del Centro de Ayuda al Suicida estuvo nuevamente en Coronel Suárez.

La Psicóloga Fernanda Azcoitía desarrolló el viernes talleres en algunas instituciones y también una nueva jornada de capacitación para quienes se están preparando para ser operadores telefónicos.

Como siempre la presencia de esta profesional de amplia experiencia se debió al trabajo del grupo VIDA (Voluntarios Involucrados en Dar Ayuda) que hace 3 años aproximadamente se formó en Coronel Suárez.
Consultada la Psicóloga Fernanda Azcoitía, explicó que “el suicidio no obedece a ninguna causa sino que es multicausal, involucra asuntos que tienen que ver con lo biológico pero sobre esto hay una serie de cuestiones que se van sumando: el tipo de vida que se elige, las relaciones que se van gestando, las cosas que nos van pasando y que tenemos que transitar. Pero además nunca crecemos ni nos desarrollamos solos, con lo cual el suicidio es una cuestión de todos, como lo es también estar atentos a todo lo que pasa a nuestro alrededor, cuando hay otro que está viviendo una situación más difícil. La presencia de los otros es importante para fortalecernos, acompañarnos, estar cerca, comunicarnos, hablemos o no. Cuando nos está pasando algo saber que hay algún otro presente disponible mitiga en parte lo que nos está ocurriendo”.
Sobre la importancia de que el Estado lleve estadísticas, destacó que “llevar datos serios y confiables es lo que permite hacer la atención adecuada. Somos muchos los que trabajamos desde la prevención del suicidio, pero lo hacemos desde las ONGs, iniciativas individuales y particulares, no desde el Estado. Y llevar adecuadamente las estadísticas, con criterios acordados a lo largo y ancho del país, permitiría tener la base necesaria para políticas de prevención serias y sostenidas en el tiempo”.
Consultada sobre por qué las franjas más vulnerables al suicidio son, según la Organización Mundial de la Salud, los jóvenes, adolescentes y los adultos, explicó la Licenciada que “esto es así por razones distintas. En la adolescencia es una edad de por sí de vulnerabilidad, a lo que hay que sumarle la impulsividad. Son etapas de la vida donde los sentimientos y las sensaciones están como exacerbadas, por eso muchas veces no media la reflexión entre lo que el chico está sintiendo y la realización del acto. En los adultos mayores creo que hay una sensación a veces de abandono, con el retiro de la vida útil, el no sentirse útiles. Se suma la falta de actividad al sentimiento de inutilidad y dificultades económicas. Por eso es importante, desde el diagnóstico de esta problemática, llevar a cabo propuestas y actividades que permitan hacer prevención del suicidio” respondió de esta manera la profesional que nuevamente llegó a Coronel Suárez invitada por la ONG local “VIDA”.