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Dolores Guarco.

“Debemos lograr que los chicos de inicial tengan un pasaje sereno hacia la escuela primaria”.

Desde hace 18 años que Dolores es docente del Jardín Nº 905 “Niñito Jesús” y desde hace mucho tiempo también está a cargo de la última salita, la que recibe a los niños que cursan su último año en el nivel inicial.
Es quien cada fin de año se emociona hasta las lágrimas al dejar partir a esos nenes camino a su escuela primaria.
Consultada dijo que “cuando llegan a la última sala siempre es un duelo porque les cuesta dejar a la señorita del año anterior, cambiar de salita. Pero siempre tratamos que todo este proceso sea un pasaje sereno, también hacia la escuela, por eso visitamos escuelas primarias, ven como trabajan los chicos, los ponemos en contacto con este nivel para prepararlos para este paso nuevo que les implicará pasar a la primaria”.
Reconoce la docente que “todo lo nuevo crea en los papás ansiedad, nervios, temores y a veces esto se lo transmitimos a los chicos sin querer. Por eso les pedimos que generen confianza en sus hijos, que les digan que va a ser diferente al jardín pero no por eso menos lindo; todo lo que ellos van a aprender, la escritura, la palabra, los números, va a ser para poder comunicarse mejor, para crecer más cada día. El jardín los prepara, todos los nenes no son iguales, cada uno tiene su propio tiempo y siempre es mejor bajar el nivel de ansiedad, apoyar a la maestra y estar muy atentos a cada cosa que los chicos manifiesten”.
Agrega que “lo mejor que pueden hacer los padres, una vez que los nenes empiecen a transitar la escuela primaria, es establecer el ritual al regreso de los chicos a sus casas, donde alguno de los padres le debe mirar el cuadernito y conversar con él sobre cómo ha sido su día de escuela, acompañándolo cada día en los diferentes aprendizajes que irá teniendo”.