Imprimir Página | Volver a página de inicio

Momentos de tensión se vivieron en la mañana del jueves en el Centro de Día.

Los familiares se autoconvocaron cuando escucharon que la Municipalidad retiraba su intención de hacerse cargo.

El personal explicaba que siempre le puso el alma al funcionamiento del Centro de Día, de hecho apuntaron que hace entre dos y tres meses que no cobran su sueldo, el que obviamente se les adeuda.
En charlas de pasillo, comentarios dichos a la pasada, se multiplicaban los decires: que si alguien se llevó la pastalinda; que si la cortadora de césped no está, que no está claro si los concurrentes comían en forma abundante o suficiente; apuntando también quienes iban más tiempo y quienes brillaban por su ausencia.
En lo que todos coincidían era en que este fue un proceso de marcha irreversible hacia la quiebra que se registra desde hacia unos cuantos meses, casi desde el momento mismo que se puso en funcionamiento el Hogar, la residencia para discapacitados severos.
Quien apuró la apertura de las puertas del Hogar fue quien era Directora del lugar, Marcela Nucilli, y también en ese momento Directora de Discapacidad de la Municipalidad.
Frente a una Comisión Directiva que no tuvo la claridad de pensamiento para decir que no a la presión de la Directora de entonces, se abrieron las puertas de la residencia sin contar con la aprobación del lugar por parte del Ministerio de Salud y, por ende, sin que puedan hacerse los convenios con las obras sociales como IOMA, para que se hagan cargo del costo de las internaciones.
Así recién en abril de este año se obtuvo la autorización del Ministerio de Salud; hace unos meses se aprobaron los convenios con el IOMA y el organismo todavía no ha enviado los fondos correspondientes a la internación de personas discapacitadas en el Hogar del Centro de Día.
Es decir, una misma estructura dirigencial para dos instituciones de muy costoso mantenimiento.
Luego de la reunión del Intendente con los familiares y los dos miembros de Comisión Directiva que estaban presentes, el Jefe Comunal recibió la preocupación del personal del lugar requiriéndole qué iba a pasar con sus lugares de trabajo. Recibieron la promesa de Ricardo Moccero de encargarse especialmente de esa cuestión.