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Enfermedad de Alzheimer.

Las diferentes fases y cómo actuar en cada una de ellas.
La Nueva Radio Suárez consultó a Estefanía Giménez, Terapista Ocupacional que pertenece al Servicio de Salud Mental del Hospital Municipal.

Consultada la profesional sobre qué olvidos deben llamar la atención y cuáles no, explicó que “los benignos son aquellos que implican dificultad para precisar datos, nombres o lugares que no pueden ser recordados en el momento, pero que más tarde surgen en la memoria y todo queda en orden. En cambio un olvido es patológico cuando tenemos dificultad para recordar datos recientes (por ejemplo no acordarse que es lo que comí ayer)”.
“El olvido benigno es el que preocupa a quien lo padece; en cambio el patológico es el que inquieta a los familiares, es cuando los que consultan son los que están cerca de quien lo padece, porque el paciente tiende justamente a minimizarlo, por más que haya comenzado a confundir cosas, a cambiar elementos de lugares, a no recordar el orden para cocinar algo que sabía o a olvidar nombres de elementos que están en su vida diaria”.
Explica Estefanía Giménez que “la enfermedad Alzheimer, que es muy larga, tiene tres fases: leve, moderada y avanzada. La etapa leve se manifiesta por un problema en la secuenciación (quiere preparar una comida y no se acuerda el orden que debe llevar), la planificación de las tareas, se confunden al guardar los alimentos (el azúcar en el frasco donde siempre guardó los fideos, por ejemplo), problemas con la ropa; comienzan los olvidos y los despistes que los familiares no pueden entender y les da la pauta que algo está pasando”.
La Terapista Ocupacional luego comenta que “en la etapa moderada comienzan a no recordar lo que es cada cosa, por ejemplo le podemos pedir que nos traiga un peine y no lo hace no porque no quiera hacerlo sino porque olvidó lo que es un peine. Pierde la ubicación temporal y especial (por ejemplo no se puede acordar el año en el que estamos); caminan con más lentitud, se encorvan hacia adelante, hay pérdida de estabilidad y flexibilidad”.
“En la fase avanzada no reconocen su propio cuerpo, tampoco la comida, la dependencia es total; los problemas motores son generalmente totales, hay incontinencia, están internados en una institución o con cuidados permanentemente y ya no se levantan de su cama”.
Agrega Giménez que “siempre hay que buscar que la persona pueda hacer ejercicio de la mayor autonomía de la que sea capaz. Por eso hay que buscar alternativas. Hay que tomar en cuenta que todas las fases llegan, por eso hay que tratar que sigan siendo todo lo autónomos que puedan, manteniendo su independencia. Por eso en la fase leve son muy importantes los pasos a seguir que estén dados por escrito, por ejemplo para prepararse su comida, colaborar con la persona en la realización de la lista de las compras, que los recipientes estén identificados. Hay que mantener un orden para evitar la desorientación. En cuanto al vestido sacarle del placard la ropa que no es de temporada, retirar por la noche la ropa sucia, porque les cuesta diferenciar lo que está limpio de lo que ya está usado, por eso esperar a que se vayan a dormir y retirarle de la habitación las prendas que están para lavar. En cuanto al baño establecerle rutinas diarias, como la misma hora, y una vez que sale del baño preguntarle para detectar si hubo algún problema, porque pueden no acordarse de pasarse el jabón por el cuerpo o confundir el shampoo con la crema de enjuague. En cuanto a la movilidad, supervisar los trayectos o acompañarlos porque pueden perderse. Si van a salir solos colocarle un cartelito o alguna medallita con datos básicos para que lo puedan contactar con sus familiares si se pierde. Si lo acompañamos en los trayectos ir preguntándole para dejar que él nos guíe”.
“En la etapa moderada para la alimentación hay que simplificar la tarea dándole solamente lo necesario y los cubiertos y platos que corresponden para lo que se va a consumir. Si es necesario explicarle tranquilamente y con mucha paciencia lo que tiene que usar para comer lo que hemos servido. Y nunca llevar todo junto a la mesa, por ejemplo la fruta que se va a comer después con el resto de los alimentos, porque es probable que empiece por la fruta. Si lo hace le sugerimos que comience por el otro alimento y si no nos hace caso no hay que preocuparse y dejarlo, porque no ganamos nada con contradecirlo, más que un malestar general para todos. En cuanto a la parte del vestido hay que dejarle de un día para el otro la ropa que debe ponerse y ordenado, lo que va primero y lo que va después, porque en esto se confunden. También es aconsejable cambiar los cierres de los pantalones por velcro o elástico, porque les resulta más fácil, y darle mucho tiempo para que haga sus cosas”.
“En la etapa avanzada debe tomarse especial atención a las escaras, por eso es importante darlos vuelta muchas veces en el día si ya están en cama continuamente y prestar atención a las infecciones urinarias que pueden detectarse por un aumento en la irritabilidad”.
La enfermedad de Alzheimer es muy larga y requiere de mucha paciencia por parte de los familiares y cuidadores, que deben aprender a pedir ayuda, a aceptar la que les prestan y no sentirse culpables cuando llega la etapa en la que se dan cuenta que no pueden mas con la situación.