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Javier Stroman.

“Albino es un maestro, no tenemos idea de la calidad de músico que vive en el medio de la pampa”.
“Albino es un groso, es mágico lo que hace con el bandoneón”.
El joven bandoneonísta de regreso en su ciudad, después de una gira internacional.
Los últimos ensayos antes del espectáculo del domingo en el Teatro Italia.

Acaba de regresar de una gira por Canadá y Estados Unidos formando parte como músico invitado de una orquesta que llevó el tango a diferentes escenarios de esos dos países. Hace dos años había estado también recorriendo diversos escenarios de Europa con el mismo sentido.
Cuenta que “no hay lugares, grandes o pequeños, ciudades más chicas o más importantes, donde no haya una milonga, es decir, un lugar donde se enseña y se aprende a bailar tango. De hecho, cuando regresábamos, la mitad de los pasajeros del avión eran turistas que llegaban a Argentina atraídos por esta pasión que representa el tango”.
Javier era un enamorado de la música desde adolescente. Iba al último año del secundario cuando descubrió el bandoneón a través de una imagen que observó en la pantalla del televisor. Se veía a Astor Piazzolla ejecutando con maestría este instrumento, abriéndolo en toda su capacidad.
“Eso es lo que quiero tocar” le dijo a su padre. A la semana tenía sobre la mesa familiar un bandoneón y clases acordadas con Albino Lang. Allí conoció a un gran maestro.
Durante 2 años tomó sus clases hasta que un día el mismo Albino le dijo que se iba a tener que ir a Buenos Aires para seguir aprendiendo más. Así lo hizo, concurrió a escuelas oficiales y luego se perfeccionó con clases particulares.
Al día de hoy Javier reconoce que sigue estudiando y mucho para ejecutar cada vez mejor un instrumento que es muy difícil, diferente a todos los otros, pero que una vez que te atrapa lo hace para siempre.
Este domingo a las 21 horas, en el Teatro Italia, estarán juntos desarrollando un espectáculo completo con artistas invitados.
De Albino Lang, este músico suarense que recorre muchos escenarios y que está en pleno crecimiento, dice y vuelve a repetir que “es un groso: es mágico lo que hace con el bandoneón; la mayor parte de la gente no tiene idea de lo grande que es este músico que tenemos en el medio de la Provincia de Buenos Aires. Hace lo que muy pocos: toca sin partitura, no porque no las sepa leer sino porque no las necesita y en cada ejecución hacia variaciones que son únicas. Cuando Albino toca el bandoneón despliega una magia especial hacia quien lo escucha. Por eso es un grande” dice Javier Stroman, de regreso en su ciudad natal y en los últimos preparativos para el gran espectáculo del domingo próximo a las 21 horas en el Teatro Italia.
Será único, un cierre de temporada brillante.