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Una profesión que va de la mano con la vocación y que está en plena lucha por la defensa de sus derechos y el reconocimiento de su labor.
No fue fácil obtener una entrevista por la situación que se registra en el Hospital Municipal.
“Trabajamos en un entorno muy difícil y necesitamos que nos endulcen un poquito el oído, estar tranquilos, firmes y serenos para lo que nos toca día a día”.

Hace 23 años que Andrea Pérez es enfermera, tiene el título de Licenciada en Enfermería y hace muchos años que trabaja en el área de Neonatología del Hospital Municipal.
El miércoles fuimos a entrevistarla para lograr como siempre para esta celebración una nota sobre la profesión y previamente consultamos a otras profesionales.
En esta oportunidad no fue sencilla de realizar debido a que desde hace más de un año los enfermeros del Hospital Municipal “Dr. Raúl Caccavo” están llevando adelante una serie de reclamos, los que no se atienden y, lejos de ello, están en una situación que cada vez se torna mas compleja a partir de lo que ellos mismos han denunciado como malos tratos y presión psicológica por parte de los funcionarios.
Empezó la nota periodística saludando a todos sus compañeros y expresando, entre otras cosas, que “mi palabra es siempre de aliento, para seguir estudiando y capacitándonos. Fuimos la semana pasada a una jornada de salud y sigo sosteniendo que debemos concurrir a estas capacitaciones para encontrarnos con enfermeros de todo el país, porque esto nos enriquece, nos hace bien. Así podemos aprender como mejorar la calidad de atención, no solo en lo asistencial” expresó Andrea casi con vos angustiada.
Luego agregó que “en la sociedad ocupamos un rol muy importante, cuando viene una persona enferma la familia también llega enferma y nosotros debemos estar enteros para soportar las desgracias y los padecimientos de los demás. Hay que tratar de ‘teflonarse’ con algunas cosas para que no nos afecte en nuestra diaria tarea las cosas que nos pasan, y que ello no signifique bajar los brazos para reivindicar la profesión”.
Luego la profesional reconoció que “trabajamos en un entorno muy difícil y necesitamos que nos endulcen un poquito el oído, estar tranquilos, firmes y serenos para lo que nos toca día a día”.
Insistió en que “la problemática la tenemos en todas las jornadas; un día nos reímos todos porque hay un logro que festejar y al día siguiente tal vez lloramos al lado de un familiar porque no hay adelantos. Tenemos que dejar de lado los problemas que tenemos en nuestro lugar de trabajo para hacer un mejor servicio. Vocación no es sumisión, es servicio hacia quien nos necesita, pero es también profesión”.
“Somos profesionales, somos los que estamos más horas con el paciente y sus familiares. Tenemos que capacitarnos para estar seguros de lo que hacemos, para cumplir nuestra función de la mejor manera posible. Eso es lo que hacemos los enfermeros de este Hospital” concluyó Andrea Pérez.