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Fue en el Mercado el viernes último.
Realmente significó un canto de vida, una demostración de esperanza.
Todo es posible en todo momento.
Admirables trabajos en artes plásticas, donde a través de sus trazos y colores vuelcan, a pesar de todo, una inmensa cuota de alegría y felicidad.
Dictan los talleres las Profesoras Karina Lamardo y Andrea Alonso.
Ofrecieron un espectáculo de danzas, percusión y concluyeron revoleando pañuelos bien al estilo de la Sole.
Un desborde de emoción.
Organizó el Instituto Cultural conjuntamente con el Consejo Municipal para Personas con Discapacidades.

Después de una semana traumática, con alto voltaje emocional y la singularidad de un siniestro episodio ocurrido en nuestra ciudad, era casi necesario, por lo menos para este cronista, salir de la telaraña y encontrarnos con una luz esperanzadora.
Y afortunadamente habíamos recibido la invitación del Instituto Cultural de la Municipalidad de Coronel Suárez para participar del cierre de los talleres que se dictan para personas con capacidades diferentes, a través de las disciplinas de artes plásticas y folclore respectivamente, generando un espacio de inclusión y expresión artística que sencillamente no tiene un techo, sino que la imaginación encuentra un canal que resulta mas que apropiado.
Allí estaban todos puntualmente a las siete de la tarde, con sus familiares y amigos, el personal del Instituto Cultural, algunos allegados al Centro de Día, casi muy poco público y La Nueva Radio Suárez, siguiendo de cerca como siempre, y a pesar de las urgencias, las expresiones genuinas de nuestra comunidad y mas porque el tema de la discapacidad siempre ocupó nuestro tiempo periodístico.
Nos recibió el Profesor Ernesto Ochoa, a cargo del Consejo para Personas con Discapacidades, a quien se lo veía exultante y estallando en aplausos y ovaciones después de apreciar cada una de las interpretaciones que ofrecían los chicos.
Sobre el escenario vimos malambo, chamamé, otras danzas tradicionalistas, un grupo de percusión, todos bajo la dirección general de la Profesora Andrea Alonso, que le pone evidentemente una entrega total y la imprescindible cuota de paciencia y entendimiento, sobre todo si tenemos en cuneta quienes son los destinatarios de estos talleres.
Además de la música y las expresiones coreográficas pudimos apreciar la exposición de artes plásticas que lleva adelante la Profesora Karina Lamardo, con la colaboración de la artista plástica local Nora Schwab, donde en una rápida recorrida por los stands se puede apreciar una diversidad de obras que han surgido de la autoría e inspiración de los propios chicos que concurren al Taller Protegido, al Centro de Día o a otros organismos de atención especializada en la educación de sus problemáticas.
Un colorido llamativo, trazos bien definidos, ideas que surgen a partir de la felicidad y la alegría que cada uno, y a pesar de sus capacidades diferentes, le ha puesto a cada obra, muchas de las cuales han superado ya las instancias regionales de los Juegos Buenos Aires 2012 y estarán en las finales de Mar del Plata.
Después de la presentación, que estuvo a cargo de Marcelo Castorina, habló Ernesto Ochoa y la Subdirectora del Instituto Cultural de la Municipalidad, Laura Schrohn, quienes en sus palabras le pusieron toda la calidez que era necesaria para el auditorio completo de los participantes de los talleres, acompañados como siempre de manera incondicional por sus familiares.
Les agradecemos profundamente esta manifestación de esperanza, de transparencia, de alegría, porque evidentemente son seres maravillosos, capaces inclusive de generar un ambiente especial y demostrar que hay otros talentos que se pueden mostrar y son proclives a trasponer otros límites y superar los inconvenientes de la diferencia.
Esta frase nos sale como comunicadores prácticamente desde el alma, porque es lo que hemos sentido el viernes pasado después de haber transitado un oscuro callejón en que ahora estamos tratando de salir.
Encontramos en el Mercado un diáfano manantial que nos permitió ordenar un poco nuestras ideas y forjar los parámetros de la realidad que nos toca vivir a diario.
Admirable el trabajo de las Profesoras Lamardo y Alonso, como así también la asistencia y el lugar que le asigna el Instituto Cultural a esta misión.
Los chicos demostraban con su mirada feliz toda la alegría que los rodeaba, inclusive algunos de ellos con su particular sensibilidad hasta se puso a llorar cuando recibía los diplomas que fueron entregados a cada uno de los participantes.
Nuestras palabras posiblemente no reflejan la verdadera dimensión de nuestro sentimiento, por eso acompañamos esta crónica con la producción fotográfica demostrativa de todo lo que se vio.