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Habló Ana María, la cuñada de la victima.
“Quiere seguir viviendo en Coronel Suárez, porque aquí ha encontrado gente muy amable, a pesar de todo lo que le pasó, y le parece que hay mayor posibilidad de trabajo” expresó la familiar de Sonia Marisol Molina.

Tienen los familiares la recomendación de la Fiscalía que no brinden detalles que tienen que ver con la causa. Que en todo caso solamente informen sobre el estado de Sonia Marisol, la víctima del aberrante episodio de privación de la libertad agravada y abuso sexual de los que están acusados Estefanía Heit y su marido Jesús Olivera.
La misma solicitud la tienen de la misma Sonia, quien les ha pedido a sus familiares que sean cautos en las palabras ante los medios y que en todo momento busquen proteger a la niña de 10 años que es hija de la víctima y que permanece en el lugar de origen de la familia.
El miércoles por la mañana, mientras los equipos de los canales de Buenos Aires preparaban contra el cordón de la vereda una parrillita para hacer un rápido asadito para productores, camarógrafos y periodistas, la conversación se generalizó con una vecina de Coronel Suárez que estaba al lado de dos mujeres desconocidas, pero que también podían ser de la comunidad.
Por supuesto que el tema rondó sobre la conversación inevitable desde hace dos días: el caso en el que está involucrada “Fany”.
Las dos mujeres que estaban al lado, tomando un poco de aire, resultó que no eran de Suárez, se trataba de la hermana y la cuñada de Sonia Marisol Molina, quienes se dieron a conocer manifestando que “sabemos de que se trata porque somos parientes de la víctima”.
Las dos entraron otra vez a las dependencias del Hospital, una de ellas con la solicitud de una entrevista para Sonia Marisol. La respuesta fue la obvia: no quiere hablar porque no se siente en condiciones y porque así se lo ha pedido la Fiscalía, que mantenga la reserva.
Pero quien habló brevemente, solo del estado de la mujer víctima de este hecho terrible, fue Ana María.
Explicó que del hecho se enteraron el martes por la mañana por el aviso de la Policía.
Fue un alivio, porque por un lado la habían encontrado, sin saber el estado en el que se encontraba. Dicen que el martes por la tarde, a eso de las 15 horas, cuando llegaron a la ciudad, la madre, hermanos (es una familia de 9 hermanos de los que Sonia Marisol es uno de ellos) y los cuñados cuando la vieron tomaron cuenta de la gravedad de la causa de la que su familiar había sido víctima.
“Hoy podemos decir que está bien, de buen ánimo, comiendo bien, está solo con suero y con administración de antibióticos; se encuentra bien”.
Confirmó que el hilo conductor que la ha mantenido con fuerzas durante su cautiverio y aún ahora es su religiosidad: “es una persona muy solidaria y lo que la ha mantenido este tiempo es la religiosidad que ella tiene. Habla del tema, por ejemplo pidió para que la depilaran, está más sonriente y empieza a caer que está en un lugar que puede estar tranquila. Estábamos cenando y nos enteramos que Jesús Olivera había sido capturado, lo que nos produjo a todos mayor alivio”.
Reiteró lo que había anticipado el Intendente Moccero: “quiere seguir viviendo en Coronel Suárez porque aquí ha encontrado gente muy amable, a pesar de todo lo que le pasó, y le parece que hay mayor posibilidad de trabajo”.