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Un día feliz donde los sentimientos se movilizaron.
Un especial reconocimiento para los padrinos.
Pedro Benito Graff y Miguel Resch.
La institución agradecida por el acompañamiento.
Los respetados vecinos expresan que es “mucho mayor el cariño que reciben de los chicos”.

Miguel Resch, es el pilar fundamental junto a su esposa, de una apreciada familia del Pueblo Santa Maria, quien siempre ha inculcado a sus hijos el valor que representa el caballo, la fidelidad que ello significa, como así también la afectuosa y silenciosa estampa que es capaz de generar un vinculo casi indisoluble.
Posiblemente nunca haya imaginado, que además de todo ello, la Equinoterapia, resulta una formula ideal para la educación, recreación y contención de quienes tienen capacidades especiales, donde abunda el amor, el compromiso y la entrega, seguramente por eso las inocultables lagrimas que dejo escapar el sábado pasado en el reconocimiento que recibió del Grupo “De corazón”.
Y lo propio ocurrió con Pedro Benito Graff, un vecino respetado de la localidad, que también es padrino, sabiendo siempre, quienes lo conocen, de su generosidad y compromiso con su “pueblo”.
“En la cancha se ven los pingos” dice muchas veces la frase que grafica solo una parte del rol del caballo, que seguramente se multiplica pero en la vida además se ven los gestos de la gente que no pasa desapercibida, que se hace cargo de lo propio, pero también asume el compromiso sobre las necesidades del prójimo, se preocupa por lo que lo rodea y se suma en silencio, la mayoría de las veces cumpliendo un rol casi protector.
“Ese gracias” que los chicos expresaron, fue para todos los que colaboraron haciendo posible esta admirable obra, pero particularmente para estos dos grandes amigos, Miguel Resch y Pedro Benito Graff, los queridos padrinos del Grupo y así se lo hicieron saber en una jornada memorable.