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Lo que la ciencia tiene demostrado y la influencia de lo mágico que persiste hasta nuestros días.
“El curandero juega un poco con la sugestionabilidad de los pacientes. Respetamos las creencias, pero como médicos debemos proponer otra cosa, no podemos sembrarle a la gente falsas creencias”.

Desde hace unos meses está en marcha en la Unidad Sanitaria de Pueblo San José un proyecto que conecta el saber popular con el científico y que ha generado un espacio en ese lugar para que, además de atender la pediatra, también una vez por semana ofrece sus servicios la curandera, que se ocupa del empacho y el mal de ojos. La estadística da cuenta que el 50 por ciento de las personas realizan la doble consulta con la pediatra y la curandera.
Muchas veces en la Guardia del Hospital ingresan personas afectadas porque dejaron de tomar su medicación psiquiátrica, bajo la sugerencia de alguna personas que practica el “curanderismo” o la “charlatanería”, según conceptualiza el Dr. Bernardo Carricart, integrante del Servicio de Salud Mental del Hospital Municipal, al ser consultado por La Nueva Radio Suárez en la búsqueda de una interpretación adecuada para esta cuestión que se debate entre la costumbre, las creencias populares y la ciencia.
“Tiene que ver con el pensamiento mágico que tiene el ser humano, en el cual hay una creencia que suele ser dogmática (que no da lugar a ningún tipo de contradicciones), que se cree como si se tratara de un fenómeno. La ciencia tiene una postura totalmente distinta, es muy contrario a un dogma, duda continuamente, se está planteando si determinado tratamiento sirve o es el adecuado; cuando aparece algo mejor lo suplanta” explicó el profesional.
Luego el Dr. Carricart apuntó que “el pensamiento mágico está muy instalado en nuestra cultura, uno entiende y lo respeta, pero nosotros debemos promover, como médicos y como científicos, una postura más de este tipo y comunicarle a la gente que todo lo que tenga que ver con los fenómenos de la mente, que no se ven pero que existen, dan síntomas en forma indirecta, por ejemplo a través de la conducta. Sin entrar en discusiones de tipo religiosa hay que dejar claro que la mente no es el alma y que se trata a través de medicaciones y de psicoterapias, que son métodos que buscan también provocar cambios orgánicos”.
En ese sentido explicó que “el curandero juega un poco con la sugestionabilidad de los pacientes. Respetamos las creencias, pero como médicos debemos proponer otra cosa, no podemos sembrarle a la gente falsas creencias. Los curanderos a veces hacen bien cuando la gente se sugestiona, pero muchas veces dan indicaciones contrarias al tratamiento médico indicado, como el de dejar la medicación, los tratamientos y es ahí donde se debe tener cuidado” expresó.
El Psiquiatra comentó luego que “un profesor mío decía que mientras no te de nada de tomar no es tan grave. Lo que pasa es que estos señores dan de tomar algo y aconsejan dejar el tratamiento que ha indicado el médico, desacreditándolo y orientando a la gente a la creencia de que lo que tiene se va a solucionar mágicamente y la realidad es mucho más compleja que eso. En el caso de la psiquiatría hay que poner esfuerzo, voluntad, poder proyectar lo que uno quiere ser y hacer, de esto se trata nuestra especialidad: que el paciente pueda programar y dirigir su vida teniendo un poco de autocontrol, de previsibilidad, ayudado con una medicación. Lo mágico genera una espera sin ningún tipo de compromiso por parte del paciente y en realidad eso es muy peligroso”.
Finalmente el Dr. Bernardo Carricart expresó que “el curanderismo, la charlatanería, está penado por la ley bajo la figura del ejercicio ilegal de la medicina, si se promueven curas o resultados. A eso debemos estar muy alertas, prestando especial atención”.