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Cuando el bebé en lugar de estar en brazos de su madre está en una incubadora.
“Los primeros planteos rondan en el interrogante de ¿qué hicimos mal?, por lo que hay que trabajar con los papás”.

No hay nada que prepare adecuadamente para ser mamá como la experiencia misma de serlo.
Se puede acompañar, se puede orientar, se pueden contar las propias vivencias; pero se aprende a ser padres en el ejercicio mismo de llevar a cabo esta muestra de amor.
Y esta situación única, particular, que se va ideando a medida que transcurre el embarazo, no contempla un suceso posible: que el bebé en lugar de estar en brazos de sus padres tenga que estar en una incubadora por haber nacido de manera prematura o con algún tipo de problemática.
No es posible para nadie del entorno familiar o afectivo ponerse en la piel de esos padres que se encuentran con una situación nunca esperada. Por eso es tan importante el acompañamiento psicológico.
Mientras los profesionales de la salud (médicos y enfermeras) especialmente preparados para hacerlo se ocupan del cuidado del recién nacido ¿quién se ocupa de los padres? ¿De contenerlos, hablarles, ayudarlos a sortear ese momento de angustia?
De este tema hablamos con Mónica Ojeda, Licenciada en Psicología integrante del Servicio de Salud Mental del Hospital Municipal, que tiene dentro de su ámbito la psicología perinatal.
Explica la profesional consultada que “muchas veces es necesario solamente una única intervención del profesional para hacer comprender, entre otras cosas, a los padres que no son culpables de esto que le está sucediendo a su hijo. Lo que pasa es que los primeros planteos rondan en el interrogante de ¿qué hicimos mal?, por lo que hay que trabajar con los papás, especialmente con la madre, que no son responsables de que su hijo tenga que estar en una incubadora. Después hay que seguir acompañando la contención desde todas las aristas profesionales de esos padres que aguardan las novedades en la puerta de la Neo, con las ganas puestas que su niño se ponga bien”.
“Afortunadamente en la Neo de Coronel Suárez hemos conformado un grupo con los médicos, enfermeras, asistentes sociales y otros profesionales muy compacto, trabajando codo a codo para que en ese tiempo los padres se sientan acompañados, contenidos y con la seguridad que se está haciendo todo cuanto está al alcance por la salud de su hijo recién nacido”.