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“El mundo durante la Segunda Guerra Mundial no quería salvar a los judíos”.
Es una periodista alemana que impulsó su propia investigación y colaboró con la que estaban haciendo Liliana Hermann y su esposo en busca de la verdad sobre la historia familiar y particularmente en torno a Lothar Hermann.

A pocos metros de la tumba ahora debidamente señalada de este hombre que desde el año 1955 hasta 1974 vivió en Coronel Suárez, Gabrielle Webber habló con La Nueva Radio Suárez.
Expresó que “creo que es muy importante que una comunidad se haga cargo de sus ciudadanos. Lothar Hermann vino a Coronel Suárez en busca de refugio; aquí consiguió amigos y es relevante que después de tantos años se sepa que fue el ciudadano que encontró y denunció la presencia de Eichmann en Argentina”.
Agregó que “el apellido Hermann está muy ligado con el apellido Eichmann, porque él vivía en el Barrio de Olivos, donde residían muchos nazis (como Eichmann), que no ocultaban su identidad y donde sus hijos iban al colegio. Entonces no eran antisemitas, no se le conocen actos de este tipo en Argentina, tampoco en esos momentos nadie hablaba de crímenes de lesa humanidad. Ni Israel lo hizo: no puso el holocausto en la agenda internacional, quería excelentes relaciones con el Estado Alemán. Para el Ministro Presidente de Israel su principal problema era la seguridad de su país. Alemania pagó 630 millones de marcos para el silencio de Eichmann en Jerusalén y ese pago está comprobado”.
La periodista alemana expresó que “nadie quería hacer nada, me parece que Lothar Hermann era el único que quería llevarlo a la justicia y que aportaba los datos del paradero. Esto no lo hizo con interés económico y hay que dejarlo bien claro, porque él empezó a denunciar donde estaba este hombre en 1955, cuando recién en 1959 el Estado de Israel estableció una recompensa por datos que condujeran a su captura”.
Consultada sobre el juicio que esta periodista le ganó al Estado Alemán, indicó que “el mismo estuvo relacionado con el pedido de desclasificación del expediente de Adolf Eichmann, por lo que recibí alrededor de 4.000 páginas. La señora Merkel mantiene un secreto sobre 100 páginas”.
Agregó que “había un relato oficial que no era verdad. Todo el Gobierno del este, del oeste, de Argentina y de Israel sabían donde estaban los nazis aquí en este país; qué hicieron, qué contactos tenían, algunos trabajaron para la CIA, otros lo hicieron para países comunistas. El Gobierno de Israel también, todo le fue contado desde la DAIA. El mundo durante la Segunda Guerra Mundial no quería salvar a los judíos, los aliados no movieron ni un dedo para salvar a los judíos, los dejaron morir”.