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El Departamento de Bromatología de Coronel Suárez confirmó que el jueves pasado se detectó un nuevo caso de triquinosis en un cerdo proveniente de una faena particular en Pueblo Santa María, procediendo personal de esta repartición al decomiso y desnaturalización del cerdo en cuestión y vísceras.

Atento a la reiteración de diagnósticos positivos de triquinelosis en reses de cerdos faenadas en el Distrito, se comunica a la población que la misma es una enfermedad producida por un parásito que se encuentra alojado en los músculos de los cerdos y otros animales salvajes carnívoros, como el jabalí, peludo, zorros, gallinas, etc.
Único método autorizado para el diagnóstico es la digestión enzimática.
Si se encuentra el parásito en un animal es necesario desnaturalizar la res completa junto con sus vísceras, ya que éstas son el foco de infección para roedores si se eliminan inadecuadamente en el Basurero Municipal.
Erradicación de criaderos de cerdo dentro del ejido urbano.
Debido a la aparición de dicha enfermedad, el Departamento de Bromatología y SENASA local informan a la población en general y a todos aquellos vecinos que críen y/o tengan cerdos dentro del ejido urbano del distrito de Coronel Suárez que, atento a la proliferación de casos de triquinosis en cerdos, deberán retirar a predios rurales alejados, en el plazo que se disponga al momento de la notificación por la autoridad sanitaria actuante.
Visto lo que prescriben las normativas municipales y de SENASA vigentes, en el distrito en cuanto a los asentamientos/criaderos de cerdos de cualquier índole, ya sean producciones familiares, para consumo propio o para comercialización, los propietarios que no cumplan con la obligación sufrirán el decomiso de los ejemplares que tienen en crianza.
La distancia estipulada por las normativas para los asentamientos y/o criaderos es de 1500 metros de distancia para la ciudad de Coronel Suárez a partir del radio urbano y 800 metros del radio urbano de las demás localidades del distrito, y además deberán distar 2000 metros de cualquier basural.
También todo esto alcanza a los criaderos de aves y demás explotaciones y/o tenencia de distintas especies de animales (corderos, chivos, patos, gansos, gallinas, etc., para consumo personal o comercial.), que limitan con viviendas originando molestias de insectos, olores nauseabundos, que según la orientación de los vientos afecta a una gran cantidad de habitantes.
Todo este tipo de actividades dentro de ejido urbano y dentro de los límites preestablecidos por ordenanzas se encuentran totalmente prohibidas porque afectan el medio ambiente circundante y ponen en peligro la salud pública, por lo que se ha tomado la decisión desde Bromatología y SENASA de erradicar definitivamente estos problemas antes de fin de año.