Imprimir Página | Volver a página de inicio

Evaluación positiva.
Participaron efectivos del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios.
“Estas maniobras deben tomarse muy en serio, para estar preparados correctamente ante un posible incendio” expresaron los servidores públicos.

Muy pocas personas estaban enteradas de que se trataba de un simulacro y no de un siniestro real: el Director, el Preceptor organizador de la propuesta, Marcelo Rubio, los Bomberos que de civil concurrieron a hacer los controles específicos y algún que otro personal del establecimiento.
Por eso sorprendió a muchos el estridente sonar de la sirena que la escuela tiene instalada y que poco después de las 9 de la mañana interrumpió el desarrollo normal de clases indicando que había que evacuar.
Fuera, en el patio de baldosas del edificio, se encontraban los Bomberos, reloj en mano, controlando el tiempo y observando si la evacuación se daba como habían acordado a lo largo de dos charlas previas que se habían desarrollado: en orden, con tranquilidad, uno detrás del otro, el profesor en último lugar, registro en mano, para controlar que todos los alumnos presentes ese día estuvieran fuera del edificio.
La evacuación demoró 3 minutos 40 segundos, es decir, un tiempo muy breve, óptimo para la circunstancia.
A la salida todos los chicos se ubicaban con su grupo áulico para facilitar el control que eventualmente en un siniestro real hay que efectuar.
El Director, al término del simulacro, evaluó como positiva la experiencia e indicó a los alumnos y docentes que estos aprendizajes sirven para estar preparados para cuando se produce por ejemplo un incendio, para salir seguros del lugar que sufre el siniestro, preservando la vida.
Luego que hablara Roberto Palacio los Bomberos que participaban de la experiencia también felicitaron a los estudiantes y expresaron que este tipo de ensayos deben tomarse muy en serio, porque cuando suceden realmente es mejor estar preparados.