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Corresponde al proyecto de las enfermeras Ana Inés Schwindt y Mónica Morales, con el respaldo del Ministerio de Salud de la Nación.

Un gran despliegue de alumnos vestidos con pecheras color naranja que llamaban la atención de automovilistas, ciclistas y peatones se produjo ayer por la mañana en la Avenida General San Martín, entre las calles Granaderos y Grand Bourg.
Los alumnos, con docentes, Inspectores de Tránsito y las dos enfermeras que llevan adelante la iniciativa, Ana Inés Schwindt y Mónica Morales, hacían control de tránsito y a los automovilistas, ciclistas y motociclistas que circulaban incorrectamente les daban la indicación correspondiente, les labraban una “multa” que consistía en tener que concurrir a un comercio cercano a colocar un cartel que aleccionaba contra la infracción.
Quién detenía a los automovilistas que circulaban por el lugar, una zona de semáforos, eran los Inspectores de Tránsito y luego se acercaban al vehículo detenido los alumnos acompañados de las docentes y las enfermeras para hacer la educación vial correspondiente.
Esta iniciativa se enmarca dentro de la propuesta “Inspectores por un día” que elaboraron las dos enfermeras mencionadas, que les valió el premio del Ministerio de Salud y que incluye mensajes por los medios con las personas que han tenido un accidente de tránsito por causas evitables o sus familiares, explicando cuánto cambió su vida a partir del suceso trágico, luego se sumaron charlas de capacitación en las escuelas, el trabajo conjunto con las docentes para concientizar a los alumnos sobre la reglas de tránsito y finaliza cuando los alumnos se transforman en inspectores por un día, haciendo controles de tránsito en la vía pública.
Los alumnos que estaban realizando esa experiencia se asombraban porque en una hora de control en la Avenida San Martín había sido innumerable la cantidad de conductores que circulaban sin tener colocado el cinturón de seguridad.
Cuando se acercaba todo el grupo a hacer la recomendación algunos lo tomaban con humor, muchos con mala cara y gestos de molestias, otros con actitud de vergüenza, porque niños estaban corrigiendo a adultos sobre algo que estaban haciendo mal.