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Una patología mental en la que es imprescindible el control médico.
Dr. Bernardo Carricart.

El profesional, que es Médico Psiquiatra, explicó que “entre las más conocidas psicosis se cuentan la esquizofrenia y los trastornos delirantes, más algunos otros trastornos, los que afectan principalmente la calidad del pensamiento de una persona. El paciente no tiene conciencia de la enfermedad, por lo cual no pide ayuda ni consulta, lo hacen los familiares o el entorno laboral y afectivo”.
El Dr. Carricart informó además que “el paciente vive como en un mundo diferente, donde le da diferentes significados a las cosas que vivencia y no tiene conciencia de la enfermedad. Por eso decimos que son pacientes que no tienen capacidad de ubicar bien un enjuiciamiento a partir de una cuestión de la realidad. Lo que las caracteriza históricamente son las alucinaciones y los delirios. Una tiene que ver con la percepción de algo que en realidad no existe; y los delirios se refiere a una idea que no puede ser reducida bajo ningún aspecto a través de la lógica: el paciente tiene una idea, se implanta en ella y esa idea la defiende con convicción. Diferente al trastorno obsesivo, donde el paciente se da cuenta que es una idea obsesiva, molesta, que le condiciona la vida”.
El profesional consultado agregó que “la esquizofrenia es una de las patologías más graves en la enfermedad mental, porque tiene un pronóstico sombrío, pero no quiere decir que no se pueda hacer tratamiento; requiere de una medicación y una comprensión de la familia muy detallada de lo que es la enfermedad para poder sostenerla, ya que la misma se trata de una patología permanente, para toda la vida. Se intenta también estimular las áreas mentales que no están afectadas, a través de lugares como el Taller Protegido o la presencia de acompañantes terapéuticos”.
Sobre el grado de peligrosidad de estos pacientes explicó que sí existe, esta palabra lo que debe entenderse es que el paciente no está en control de sus actos.
“Algunos hablan de peligro para sí y para terceros, a mi me parece que la denominación que mejor le corresponde es la de peligrosidad, porque un paciente con descomposición psicótica puede presentar peligro para él y para otros, porque está en una realidad que no es la de los demás y defiende y actúa en esas condiciones. Lo que logramos hacer con la medicación es disminuir la repercusión afectiva que tienen esas ideas sobre el sujeto. Para dar un ejemplo: si un paciente escucha una voz que le da un mandato, a través de la medicación logramos que esa voz disminuya, que no sea de un contenido tan imperativo como puede llegar a serlo” concluyó el Psiquiatra entrevistado.