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Antes de comenzar la función de las 20:30 horas pidió al público un piquete para la panadería y confitería que se encuentra frente al Teatro, por haberles vendido a sus bailarines budines con fecha vencida.
Cenó a solas y solicitó que no tomaran fotos en la sala e instruyó para no acercarse a la gente fuera de la función.
Casi a las dos de la madrugada toda la compañía inició viaje de regreso a Buenos Aires.
Luego fue internado para someterse a una serie de estudios programados.

Sorprendió la noticia que surgió ayer al mediodía en Buenos Aires de la internación de Hernán Piquin en la mañana del lunes, a pocas horas de arribar de las dos funciones en Coronel Suárez el domingo pasado.
Pero en realidad Hernán Piquín se acercó al Sanatorio de La Trinidad en Palermo para hacerse una serie de estudios por un pinzamiento que lo tiene a mal traer.
El bailarín, coreógrafo y participante de “Bailando 2012″, en pareja con Noelia Pompa, se encuentra bien, esperando el resultado de los estudios y las recomendaciones medicas.
Simultáneamente en los portales del espectáculo se confirmaba que Hernán fue tentado para hacer la comedia musical “Cantando bajo la lluvia” en el 2013 con producción de Diwan-Fucci.
Pero en realidad esta gran figura de la danza argentina dejó sobre el escenario todo, una entrega absoluta, impecable, al igual que toda la compañía que lo secundó con figuras relevantes, como Cecilia Figaredo y la platense Celia Millan, entre otros calificados bailarines, pero sorprendió todas las limitaciones que ya tenia para actuar.
Nada de contacto con la gente, a poco de llegar, desde el Hotel en la tarde del domingo, inspeccionó la sala, verificó que todo estuviera en condiciones y se refugió en un camarín especialmente preparado, donde después de las dos funciones cenó solo, aparte de su elenco, y antes de las dos de la madrugada partieron hacia la ciudad de Buenos Aires, donde llegaron con las primeras luces del lunes.
Con un teatro colmado de público, como ocurrió en nuestra ciudad con la función de las 20:30 horas, salió a escena a telón cerrado antes de comenzar el espectáculo en bata, pidiendo a la gente que no sacara fotos y si algún espectador lo hacia que se le aplique un correctivo, mientras los custodios recorrían la sala para asegurarse el fiel cumplimiento de la medida.
A esa recomendación le sumó una frase de la cual mucho el publico no entendía, recomendó hacer un piquete en la panadería y confitería que esta en la esquina frente al Teatro porque sus bailarines fueron a comprar budines y se los vendieron vencidos, por lo cual después del reclamo fueron sacados por el dueño bajo amenaza con un palo, según su propia expresión.
Terminó la función y volvió a insistir con las dos recomendaciones, propias de una figura exigente, obsesiva y que según algunos trascendidos recogidos en la ciudad de Tres Arroyos hasta se negó en aquella ciudad a recibir a una chica discapacitada que lo admira, lo que originó un incidente con el padre de la jovencita.
En lo artístico impecable, inigualable. En lo personal casi una desilusión, pero igualmente no justifica la venta de algún producto vencido, como expresó públicamente ante las casi 700 personas que colmaron la sala de la ultima función del domingo.